Editor: Mario Rabey

30 de marzo de 2008

Un inversor agropecuario, las retenciones y la movilización del martes a Plaza de Mayo

Como inversor agropecuario debo opinar sobre los problemas que hoy enfrenta "el campo".

¿Debo opinar como inversor agropecuario?

NO !!!

Tengo el derecho a opinar como ciudadano argentino, que es mucho más importante.

Así que voy a opinar como ciudadano argentino.

Las retenciones a las exportaciones "del campo" han disminuido mis ingresos, tengo menos para gastar debido a ellas. Gracias a ellas también hay muchos argentinos que pueden con sus ingresos (mucho más magros que los míos) comprar más alimentos.

¿Entonces?

Entonces hay que mantener las retenciones a las exportaciones agropecuarias (como también hay que ponerle retenciones móviles a las petroleras y un fuerte impuesto sobre la diferencia entre lo producido y la potencialidad de producción).

¿Cómo? ¿vas a apoyar la rapiña del gobierno? ¿vas a apoyar que se les siga sacando las legítimas ganancias a los productores "del campo" que con «su» esfuerzo han hecho subir el precio internacional de la soja? ¿vas a apoyar que te «saquen» el dinero de tu bolsillo?

Sí, lo estoy apoyando.

¿Estás apoyando que el gobierno malgaste el dinero que le saca "al campo"?

Bueno, lo que se hace con el dinero de las retenciones a las exportaciones también podemos discutirlo, pero después de que pase esta crisis. Aunque el gobierno quemara en una pira el dinero que se obtiene por retenciones a las exportaciones igual sería beneficioso: las retenciones a las exportaciones son barreras arancelarias que hacen que los argentinos paguen menos por su alimento, así que, es secundario a qué se destina el dinero que con ellas se obtiene.

¿Pero no te das cuenta que si el "inversor" no tiene el incentivo de su va a haber menos inversiones y "el campo" se va a despoblar?

Bueno, tres cosas:

1. Si "el campo" es argentino, debe estar al servicio de los argentinos, no de los "inversores", no de los grandes terratenientes, no de los socios de la Sociedad Rural, sino es mentira que es argentino, es sólo de unos pocos.

2. El derecho de los "inversores" termina donde empieza el derecho de los argentinos a comer y a vivir, si el esquema de "inversores" no sirve para que los argentinos coman, entonces hay que reemplazarlo por otra forma de organización, hay que terminar con los "inversores" como yo, no hacerle pasar más hambre todavía a los argentinos.

3. "El campo" tuvo su peor momento en la época de Menem, se sembraba casi sólo para pagar los gastos, hubo mucho endeudamiento en "el campo" (y ferozmente creció la deuda externa como en las épocas de la dictadura y Martínez de Hoz con el triplete Menem-Cavallo-DeLaRúa), muchísimos campos se remataron, no había entonces 'piquetes agrarios' ni 'cortes agrarios de rutas' (sólo había piquetes de los dejados fuera del "mercado", de los desocupados).

Hemos empezado a salir de la peor crisis económica (y no solamente económica) que tuve la Argentina en toda su historia, la crisis a las que nos arrastró el "neo-liberalismo", el FMI y la ideología del imperialismo. Estamos atravesando el ciclo de mayor crecimiento desde que existe Argentina, la desocupación que nos asoló en la época de las políticas "de mercado" ha cedido mucho, y esta vez se está haciendo distribución del ingreso (no toda la que se puede hacer, menos toda la que se debería hacer) en forma distinta a la de la mentira del "rebalse de la copa".

A nadie le puede caber dudas de lo que ha significado este cambio para el interior de la Argentina, el resurgimiento de las provincias que debían desaparecer (de acuerdo a los dictados del FMImperialista) porque eran 'inviables'.

Esto se ha logrado haciendo las cosas que los "modernos", los "eficientes" decían que si Argentina hacía todo se iba al tacho, no, no se fue al tacho, está empezando a salir del tacho en que lo metieron los ideólogos del atraso, de la cerrazón, los idiotas útiles del imperialismo. En estos logros tienen mucho que ver las retenciones a las exportaciones. Si desaparecen, los alimentos se van a ir a las nubes, el dólar va a bajar, los pequeños productores "del campo" van a terminar peor que antes, la desocupación volverá, el gobierno no podrá sostenerse y volveremos a las andadas (o mejor dicho: volverán a las andadas).

¿Por qué entonces este problema?

Porque se quiere voltear al gobierno o a su política por varios motivos: porque no se tolera sus ganas de ser independientes del imperialismo, porque está poniendo presos a los genocidas, porque los sectores golpistas saben que no tienen otra forma de ganar espacio político, porque si a este gobierno le va bien la ideología del super queda todavía más al descubierto, porque los nostálgicos de los '90 se dan cuenta que están perdiendo porque nos va mejor que cuando se seguían sus 'recomendaciones'.

¡¡ Pero este gobierno tiene errores !!

Y claro que los tiene, ¡¡y vaya que los tiene!! (entre otras cosas porque no se hace lo que se debe hacer para quebrar el poder económico concentrado -quizás porque no puede, quizás porque no se anima, quizás porque no quiere, quizás porque no sabe, quizás porque se da cuenta que primero necesita más logros para tener más apoyo para poder vencer la resistencia de los poderosos, quizás porque sea corrupto, quizás porque quiere ser hegemónico, quizás por tantas y tantas cosas).

Pero hay una cosa que es cierta: los errores de este gobierno no se solucionan volteándolo, por el contrario se agravarán. ¿Cómo puede ser que si un gobierno hace algunas o muchas cosas mal, cuando caiga los errores se agravarán en vez de mejorar? Porque la política no es Boca-vs-River, buenos-vs-malos. Porque la dirección de la política es una cuestión vectorial, porque si este gobierno va mejor o peor en la dirección de la recuperación, va lento, va cansinamente, va tratando de desviarse, va a desgano, va con flojedad o con fortaleza, lo que puede venir en su reemplazo va a ir en dirección contraria, va a ir en la dirección del pasado que nos dejó de donde estamos tratando de salir, va a ir en la dirección del gorilismo de siempre.

Los momentos difíciles son los momentos en que no hay que titubear.

En este momento la línea divisoria nos es "campo" versus "Cristina", no es "productores" versus "gobierno", no es "agro" versus "industria". La línea divisoria es entre sectores concentrados del privilegio del campo, de la industria, de la minería y de los servicios (como la Sociedad Rural por ejemplo) que están de un lado y por el otro el pueblo: los sectores de trabajadores y pequeños y medianos empresarios y productores que son los sectores del no privilegio (independientemente de qué lado del conflicto se han puesto en estas circunstancias, por no tener las cosas claras ni económica ni políticamente).

Este gobierno debe ser respaldado en este encontronazo, debe salir fortalecido de esta situación y la mejor forma de que salga fortalecido es que lo haga porque el pueblo lo respaldó, porque de esa forma el pueblo podrá exigirle que profundice la dirección correcta y que deje de meter la pata (como por ejemplo lo hizo y lo sigue haciendo al hablar "del campo" como si fuera una sola cosa y abroquelar en un sólo haz a sectores que, en realidad, tienen intereses contrapuestos), si, en cambio, el gobierno cede, los que habrán triunfado serán los sectores del privilegio y serán ellos, no el pueblo, los que le exijan rectificaciones al gobierno (¿y para qué lado serán esas rectificaciones?).

Hay algunas cosas que se pueden discutir:
Se puede volver a tener organismos como la Junta Nacional de Granos, la Junta Nacional de Carnes y el IAPI.
Se pueden establecer gravámenes adicionales a los grandes "del campo" para ayudar a los pequeños "del campo".

Se pueden establecer precios sostén compensatorios diferenciales. Hay que fomentar la producción de carnes y lácteos, darles créditos a los pequeños productores para que compren máquinas, y hay que solucionarles el problema de sus deudas.

¿Y con qué se va a pagar esto? Con los gravámenes adicionales que hay que establecerle a los privilegiados de la concentración económica.

El gobierno debe establecer precio máximo para el arriendo de tierras y un fuerte impuesto sobre esa actividad (lo que no afectaría a los que producen) como también un fuertísimo impuesto a las tierras improductivas. Se necesita una nueva Ley de Arrendamientos. Hay que frenar la extranjerización y la concentración de la tierra.

Hay que bajar los arriendos para los productores más chicos. Hay que desconcentrar la producción agraria.

Hay que defender a los pequeños y medianos productores del abuso a que son sometidos por los poderosos "del campo" (esos son sus verdaderos enemigos, no el pueblo ni el gobierno, por muchos errores o cosas que gusten o no de éste). Hay que realizar controles sobre los que abastecen insumos al campo (sobre todo las multinacionales de agroquímicos).

Para que "el campo" no tenga quejas y dado que, si no recuerdo mal, la época de siembra tradicional de la soja es entre noviembre y diciembre se puede hacer que el gobierno le dé estabilidad "al campo" sosteniendo el precio de la soja que existía en enero (es el momento en que "el campo" arriesga). ¿Cómo se puede hacer esto? Simplemente estableciendo hasta la próxima siembra una retención del 100% para todo precio que supere ese valor y subsidiando el 100% cuando baje de ese valor. De esta forma "el campo" tendrá estabilidad -¿acaso no es lo que dicen querer?, bueno, quizás después de una medida así pidan por favor volver al esquema de retenciones móviles-.

Hay que promover políticas activas contra la concentración económica en todas las actividades: en el agro, en la industria, en la minería, en el sector de servicios.

Hay mucho que hacer sobre el desatino de la soja y el empobrecimiento que trae aparejado.

Hay mucho que hacer sobre la defensa de la tierra de los aborígenes.

Hay mucho que hacer para favorecer a los tamberos.

Hay mucho que hacer y que aún no se ha hecho.
Pero nada podrá hacerse si no se resiste el embate de la Sociedad Rural y de los grandes "del campo" que han arrastrado a otros y del que se ha prendido todo lo peor del pasado argentino.
En este tema "del campo" el gobierno ha cometido errores: me parece que le ha dejado el lugar político a los reaccionarios, al gorilaje de las clases medias, a los sectores que respaldan a los genocidas. Espero que el martes en Plaza de Mayo las cosas empiecen a revertirse.

Puedo aguantarme la frustración si voy a Plaza de Mayo a respaldar a un gobierno que después me defraude, pero no podría aguantarme a mí mismo si se pierden los avances logrados en todos estos años y yo no hubiera hecho algo para tratar de impedirlo, aún con los errores que tiene este gobierno, aún con mis errores.

Por eso voy a ir a Plaza de Mayo el martes e invito a todos a que lo hagan.

Y después que haya pasado la crisis, los que estamos de este lado, podremos seguir discutiendo sobre qué hacer para seguir avanzando y poder construir un refugio para el futuro de la sociedad argentina y del mundo.

Para que este 1 de abril no se convierta en otro 16 de junio.

JS

No hay comentarios: