Carta Abierta sobre los Centros de Actividades Juveniles (CAJ) en Jujuy

Enviado por Yamila Chaile el 4 de octubre de 2008

Carta Abierta a los Trabajadores de CAJ y a la ciudadanía jujeña

Compañeros y compañeras, trabajadores de los CAJ, han pasado seis años desde que los Centros de Actividades Juveniles (CAJ) comenzaron a funcionar en la provincia de Jujuy. Seis años de crecimiento de los CAJ llegando en la actualidad a cubrir setenta y cuatro escuelas de secundarias del territorio jujeño, un 80% de todo el sistema publico escolar de nivel medio.

Las dificultades con las que nos encontramos en el quehacer cotidiano fueron muchas: resistencia de las instituciones, falta de fondos, cambios de equipos técnicos, cambios de ministros, partida de compañeros y compañeras, entre otras. Pero, el impacto de los CAJ en cada escuela, en la comunidad circundante, en los jovenes y adultos que participan del proyecto, es grande e innegable.

Miles de jovenes acceden a otras formas de vincularse con el conocimiento, con la cultura, con otros jovenes y adultos. Miles de jovenes pueden participar, opinar, denunciar, contar, decir, oír, ser, sentir, hacer, crear, organizar, soñar, pensar... en este espacio que funciona dentro de las escuelas, con el aval de los directivos y supervisores, con el acompañamiento de los padres. Miles de jovenes han encontrado en este espacio sostenido por todos nosotros, un ámbito propicio para desarrollar sus intereses, para hacer escuchar sus demandas, para experimentar nuevos aprendizajes y construir proyectos colectivos, que los tengan como participantes, hacedores y decidores y no simples destinatarios. En una estructura horizontal de toma de decisiones compartidas, donde el rol de adulto cobra un lugar clave: acompañado, sugiriendo, escuchando y orientando. Un rol educativo transformador, vital para los desafíos de la educación en momentos de crisis, de desintitucionalizacion, de ruptura de los lazos sociales mínimos y de exclusión e invisibilización de los jovenes.

El deporte, la recreación, la cultura, el arte, la lectura, la música, la escritura, el teatro, el cine, el muralismo, los encuentros con otros jovenes, entre otras son actividades cotidianas de los CAJ. Esto y mucho más realizamos los trabajadores de los Centros de Actividades Juveniles (Coordinadores, Talleristas, Docentes, Técnicos, Padres, Comunidad, etc), donde el espacio sirve como agrupador, integrador y contenedor de la juventud. Esta juventud a la cual constantemente negamos, estigmatizamos y condenamos como sociedad. Juventud que es excluida de las aulas, que es puesta bajo tutela de comisarios de turnos y jueces inhumanos, que es mano de obra barata para organizaciones sindicales, para traficantes, proxenetas y punteros políticos. Si compañeros y compañeras, el desamparo en el que viven nuestros jovenes es total, y cuando decimos nuestros, nos referimos a nuestra responsabilidad como educadores, como ciudadanos, como adultos, en fin como habitantes de este mundo.

En esta complejidad y bajo estas condiciones realizamos día a día nuestra labor, soñando, forjando y trabajando por un futuro mejor, por una sociedad mas justa y por una escuela para todo los jovenes. Es por esto que los CAJ son un derecho para los jovenes o mejor dicho garantes de sus derechos: derecho a jugar, derecho a conocer, derecho a pensar diferente, derecho a ser respetado, derecho al tiempo libre, derecho a que los adultos acompañemos y cuidemos a los jovenes, derecho a ser joven...

Hoy en día los Centros de Actividades Juveniles corren peligro de desaparecer, un serio peligro, peligro de transformarse en un reducto de viejas recetas neoliberales: calidad, funcionalidad, efectividad y utilidad. La Gestión Educativa actual quiere tomar los fondos y los cargos de los Centros para crear un Programa de Tutorías, desarmar los CAJ para utilizar los fondos (que son un derecho de los jovenes y una obligación del Estado) para sostener un sistema educativo retrogrado y vetusto, que lo único que esta consiguiendo es que miles de jovenes se vayan de la escuela o terminen sus estudios en el “dos por uno”.

Este manotazo o trasnochada de unos pocos, sin consulta a supervisores, delegados, directos, coordinadores, ni siquiera técnicos especializados y conocedores de los CAJ, también ha sido comunicada a “nuestro representante gremial”, quien tuvo el tupe de sugerir nombres para ocupar cargos dentro de este nuevo proyecto. El mismo que prometía la titularidad y tantas otras cosas, y hoy tenemos mas de diesiciete compañeros y compañeras que cobrar sus salarios en negro (si sumamos a los talleristas, pasamos los doscientos cincuenta trabajadores en negro, en el Estado). El es el mismo, que propuso que los Coordinadores pasen a cumplir tareas administrativas o que solamente se dejen a aquellos compañeros y compañeras que tienen “perfil docente”. ¿Qué es el perfil docente? ¿no somos acaso nosotros educadores? ¿no generamos vínculos de aprendizaje? ¿no acercamos a los jovenes a otros mundos y otros lenguajes? ¿no formamos ciudadanos críticos?, tenemos el perfil y mucho mas que eso y lo hemos demostrado a lo largo de todos estos años¡¡¡¡¡¡.
“Los CAJ no sirven”, ha dicho un integrante de la Unidad Técnica de años anteriores, hoy “especialista” de esta nueva gestión y generador de discursos totalitarios y autoritarios sobre los CAJ y su tarea educadora, sobre las “supuestas” ideologías de compañeros y compañeras trabajadores del CAJ y sobre el impacto real de los Centros. Blasfemo, cobarde y “pedagogo de mercado”, este devenido funcionario educativo, junto con otros cómplices de este saqueo a los jovenes, de este latrocinio a la escuela publica y golpe bajo al trabajo de años, no conoce los CAJ. ¡no sabe lo que es un joven! ¡fue echado por la anterior gestión por inoperante!

No estamos en contra de las Tutorías o cualquier otro programa o proyecto que apoye y atienda a las condiciones materiales y culturales en las que viven los jovenes o que transforme las escuelas en bienestar de la sociedad en su conjunto. Estamos en contra de la desaparición de los CAJ, del peligro de nuestra fuente laboral, de que con los fondos destinados a los Centros se den cargos a partidarios políticos del gobierno y se de un golpe artero a una de las mejores políticas publicas para la juventud que ha implementado el Estado.

Es por eso que en defensa de los Centros de Actividades Juveniles, de los trabajadores y trabajadoras de este proyecto, de los miles de jovenes que día a día participan de las acciones que proponemos, de los adultos y comunidades que nos acompañan y en defensa de una escuela publica mas justa y solidaria, pedimos a todos los compañeros y compañeros y a la comunidad en general que acompañe nuestro pedido y nuestra lucha:

1-Reunión de los trabajadores de CAJ con las autoridades del Ministerio de Educación o del Gobierno, para que aclaren cuales son sus planes en relación a los CAJ y que los hagan públicos para que toda la ciudadanía conozca que se hace con los fondos destinados a los jovenes y a la educación pública.

2-Continuidad de los Centros de Actividades Juveniles y ampliación a todas las escuelas secundarias que no tienen el Proyecto.

3-Regularización de la situación laboral de los compañeros trabajadores de CAJ que están en negro desde hace diesiocho meses, o no cobran, algunos desde hace once meses.

4-Cobertura de aquellos CAJ que se encuentran sin Coordinador, lo que impide su funcionamiento y atenta contra los derechos de los jovenes.

5-Seguridad laboral para los trabajadores y trabajadoras de los Centros, con reglas claras y consensuadas entre todos los actores involucrados.

LA MEJOR FORMA DE DEFENDER A LOS CAJ ES TRABAJANDO, AGRUPANDONOS Y DENUNCIANDO ESTE ATROPELLO CONTRA LA ESCUELA PÚBLICA Y EL DERECHO DE LOS JOVENES.
TRABAJADORES DE LOS CENTROS DE ACTIVIDADES JUVENILES DE LA PROVINCIA DE JUJUY.

Este mensaje tiene que circular: llegar a directores, docentes, autoridades educativas, medios de comunicacion masivo, defensoria del pueblo, organizaciones de derechos humanos, etc. Lo que estamos denunciando es grave y nos concierne a todos y todas. Solicitamos pegar la Carta Abierta en todos los espacios públicos, en las escuelas, socializarla con los jovenes y con la comunidad.