Editor: Mario Rabey

19 de junio de 2010

Miguel Cané: entre Juvenilia y la Ley de Residencia


El mitificado autor del simpático librito sobre la vida en el Colegio Nacional Central (hoy Colegio Nacional de Buenos Aires) a mediados del siglo XIX, fue un intelectual al servicio de la represión antiobrera



Nació en Montevideo en 1851, hijo de padres que combatían desde allí a Juan Manuel de Rosas, el entoces Gobernador de Buenos Aires. A los dos años de edad regresó con su familia, poco después de la derrota de Rosas frente a la Coalición formada por el Imperio de Brasil, Uruguay, Entre Ríos y Corrientes.

Entre 1863 y 1868, Cané cursó su bachillerato en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Las experiencias vividas en este colegio fueron narradas en Juvenilia (1884), el más recordado de sus libros, que se convirtió con los años en ícono de la identidad de ese Colegio.

Se graduó de abogado en la Universidad de Buenos Aires en 1878. Fue diputado provincial y nacional, y ejerció varios cargos políticos durante los gobiernos de Roca, Juárez Celman, Pellegrini, Luis Sáenz Peña y José Evaristo Uriburu, entre los cuales Intendente de la ciudad de Buenos Aires, Ministro de Relaciones Exteriores y diplomático argentino en París. Fue sin duda, un hombre clave del acuerdo político y social que había establecido su hegemonía en la Argentina e alrededor de 1880.

Pero la perla de su historia política la obtuvo en 1898, cuando ocupó una banca en el Senado, coincidiendo con la segunda Presidencia de Julio A. Roca, el exterminador de los aborígenes de Pampa y Patagonia.

Como Senador, en 1902 impulsó la infame Ley 4.144 de Residencia, a la cual se la conoce también como Ley Cané, que permitió y habilitó al gobierno a expulsar a inmigrantes sin juicio previo. La ley fue utilizada al principio casi exclusivamente para reprimir la organización sindical de los trabajadores, expulsando principalmente anarquistas y socialistas. Surgió a partir de un pedido formulado por la Unión Industrial Argentina al Oresidente Roca en 1899.

El texto de la Ley dice así:
  • Artículo 1º: El Poder Ejecutivo podrá ordenar la salida del territorio de la Nación a todo extranjero que haya sido condenado o sea perseguido por los tribunales extranjeros por crímenes o delitos comunes.
  • Artículo 2º: El Poder Ejecutivo podrá ordenar la salida de todo extranjero cuya conducta comprometa la seguridad nacional o perturbe el orden público.
  • Artículo 3º: El Poder Ejecutivo podrá impedir la entrada al territorio de la república a todo extranjero cuyos antecedentes autoricen a incluirlo entre aquellos a que se refieren los artículos anteriores.
  • Artículo 4º: El extranjero contra quien se haya decretado la expulsión, tendrá tres días para salir del país, pudiendo el Poder Ejecutivo, como medida de seguridad pública, ordenar su detención hasta el momento del embarque.
  • Artículo 5º: Comuníquese al Poder Ejecutivo"
El presupuesto de la expulsión resulta así tan amplio y genérico que al Poder Ejecutivo no le era requerido mencionar alguna sentencia judicial y, ni siquiera, algún hecho concreto sino que le bastaba expresar su opinión sobre el individuo en cuestión para fundamentar su decisión.

Cabe agregar que el extranjero contra quien se haya decretado la expulsión, tenía tres días para salir del país y el Poder Ejecutivo quedaba autorizado también a mantenerlo detenido hasta el momento del embarque.

Finalmente, la ley disponía que el Poder Ejecutivo podía impedir la entrada al país a los extranjeros cuyos antecedentes autorizaran a incluirlo en los casos mencionados.

La Ley de Residencia se inserta dentro de una serie de medidas represivas promovidas por los sectores terratenientes e industriales entonces en el gobierno en la figura del Partido Autonomista Nacional y llevadas a cabo por medio del Estado contra anarquistas, socialistas y activistas obreros en general. Las mismas incluyeron el estado de sitio, allanamiento de locales de la Federación Obrera Regional Argentina y del Partido Socialista, incautamiento de periódicos como La Vanguardia y La Protesta, represión de huelgas y manifestaciones mediante arrestos, deportaciones y hasta el asesinato de activistas.

La ley fue una de las principales armas de la clase dirigente en una lucha que incluyó los citados eventos y devino finalmente en sucesos como la Semana Trágica de 1919 y la represión del comandante Benigno Varela en el sur del país conocida por los libros de Osvaldo Bayer y la película La Patagonia Rebelde.

fuente: Wikipedia, artículos sobre Miguel Cané y la Ley de Residencia.

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