Editor: Mario Rabey

24 de octubre de 2010

Huir de aquí, salir de la ciudad - El Bolsón, 1973

Una breve cronica escrita por Silvia Washington, comentada por Pipo Lernoud con un poema escrito por él, que le da título a esta entrada en el blog

Ilustración de Kubero Díaz para el interior del disco Conesa de La Cofradía de la Flor Solar

colabora:
Silvia Washigton

Vine en el 73 y estaban los Cantilo, María José y Miguel, los Benegas, con sus primeros hijos. Los Benegas son parientes hiperparientes de los Cantilo porque están vinculados varios Cantilo con varios Benegas, tuvieron muchos hijitos divinos, todos parecidos, son primos y parecen hermanitos...los genes... Anita Benegas del grupo las EX es de ese clan. Acá quedaron varios, haciéndose cargo de la chacra,otros son músicos, vinculados con los Cook que ahora tienen un grupo de Rock local, llamado "La Roca"... Muchas historias, mucha gente vino y se quedó y muchos, muchos más se fueron...

Estaban [Alejandro] Marassi y Liliana la Ronca. Después de una larga estadía con los Hare Krishna se hacían llamar Shantanu y Parvati. Jorge Pichevsky que me dejó su casa que era el gallinero de Jaime Benegas. Recién se habían ido Morci Requena y Kubero Díaz. Estaban instalados desde hacia tiempo Tato y Gloria Bacigalupi y tenían varios hijos. De Ramos Mejía estaban Jacky Jequier, el Tano Bruschi, Camiseta. Después vinieron Javier Molins y Juan Vargas. Pasaron Julio Barrera Oro, Jorge Robador, Jorgito el Hindú, Los mellizos Alen, quedé embarazada de uno de ellos Jorge que después se fue con Lou Marino o Mondino -pasaban esas cosas, entonces, cero responsabilidad, éramos todos así-. Después aparecieron Gabriel Vogelman, el Zombie, con María -ex de Jorgito el Lindo- tuvieron un hijito hermoso, Lao y después se fueron por el Mallín Ahogado -a 20 km del pueblo-, se estaban instalando una familia de ingleses, eran muchísimos, 9 hijos, los Cook, Mike el mayor tocaba el sitar por largas horas, era una delicia escucharlo. Vinieron Carlos Iturbide, acababa de abrirse del Trío Galleta, y Paola, tuvieron muchos hijos y después se fueron.

Mercedes Villar estuvo antes que yo y me dejó su cabaña cuando estaba sola con mi primer hijo. También están Gius y sus dos esposas. Despues vino Eloisa Castellanos, que ahora es una experta en herboristeria.

Habían estado antes los Villanueva, de la Banda del Oeste, Rafael Lafleur y el Chochi Gutiérrez, los Arpajou, Carlos y Hugo, que todavía está, Celia Krasovinsky-amiguita de Renee- que ahora es la tarotista del Pueblo, Mirta Kania y Silvestre, Patricio Kaplun y la Pola, Jorge Breton y Guadalupe con muchos hijos, Ana Gentile -ex de Mariani, de los poetas de Opium-, del Hotel Melancólico. De Ramos Mejía tambien Santiago Ugarte "el loco Santiaguito" que fue maestro de música muchos años y me hizo 4 hijos más...divinos..

Después vinieron miles.

Seguramente me olvido de muchos que estuvieron de paso, nomás, no aguantaron el invierno, había que laburar duro para no morirse de frío, hachar leña muy seguido, buscarla a veces lejos. Toda la calefacción era a leña, el gas no existía, hasta 15 grados bajo cero, había que aguantar o trabajar mucho...

5 comentarios:

Calandrias y gratebus dijo...

HUIR DE AQUI, SALIR DE LA CIUDAD AHOGADA EN HUMO
Poema/letra que escribí para Moris volviendo de Villa Gessel, Marzo 66
Me llamó la atención que esta entrada tiene la misma frase

CANTO NAUFRAGO
Enloquecido voy
Por estas calle persiguiendo el sol
Ardiéndome los pies, las manos
De tocar la lluvia

En cada esquina vuelvo a comenzar
Vuelvo a jugar mis cartas
y el azar me dice
Qué rumbo hay que tomar

Dueño de mí
Quemé mis naves al partir
No tengo propiedad en qué pensar
Puedo reir, puedo esperar

Sin descansar
Adonde quiero ir puedo llegar
Puedo dormir bajo mil cielos más
Sin ansiedad

Y estoy aquí
Y no tengo secretos que esconder
Soy sólo este presente que está vivo
Y nadie puede destruir

Sólo correr
En la ciudad no hay dónde dormir
Debo vagar hasta el amanecer
Hasta que el sol me haga revivir

Huir de aquí
Salir de la ciudad ahogada en humo
hacia las playas sin fronteras
donde mi cuerpo pueda al fin volar

Lejos de aquí
Donde mis pies toquen la tierra
Y los gritos de la gente que trabaja
No ahoguen este canto

Ir rumbo al sol
Y que mi piel se ponga negra
Y sienta el baile de los pastos
Y la lluvia que me envuelve silenciosa

Mano de Mandioca dijo...

Sí, Pipo Lernoud, querido, entrañable amigo!!!
Exactamente me acordé de tu poema al subir el post, y por eso el título.
Y cómo me gusta ahora, gracias a esto, leer tu poema, que te escuchaba recitar (¿acompañado por una guitarra?) allá por los meses del otoño de 1967, cuando nos conocimos, no-sé-cómo...

Anónimo dijo...

Muy buena tu nota, Silvia, tenés una memoria única! Rara avis de nuestra especie!
Exelente este sitio Mano de Mandioca, que pone luz sobre una época brillante y oscura. Pone en un lugar del mundo a ese grupo de jovenes buscadores en aquellos años, que como una cofradía medieval, compartía un secreto. Un secreto, ademas al alcance de cualquiera.
Javier Molins.

Unknown dijo...

Que lindo poema.............

Marcela. dijo...

Silvia, sos la Guía Azul del hippie viejo, jaja! Me trajiste mil nombres de vuelta, qué bueno! Gracias. Tengo algunos más que iban apareciendo, pero da para otro párrafo. Saludos a todos los que lean.