por Martín Deira
Bien dice Alfredo Grande en su artículo sobre Esteban Bullrich y la censura a la historia del Bicentenario en la Ciudad de Buenos Aires, que hay educación para la libertad y hay educación para el sometimiento. Y en la misma línea, hay maneras de encarar la tecnología para la libertad, y otras que son, directamente, el sometimiento.
Así me sorprende que las tan necesarias y tan bienvenidas notebooks tengan características tan desagradables, desde un punto de vista ideológico, para colmo.
Me explico. Vienen equipadas con sistemas propietarios. Sujetos a licencia. Con programas de tratamiento de texto y planilla de cálculo propietarios. Y NO tienen, que yo sepa, nada que se parezca a un entorno de desarrollo de programas.
Me explico mejor y hago nombres. Hoy uno puede equipar una PC con Windows y Office, de Microsoft, cuyo uso está sujeto al pago de licencias, del cuál todo el mundo acá se abstiene y ahorra, menos el Estado y las grandes empresas. Así equipada sirve para hacer documentos y comunicarse, y es una buena herramienta de oficina. Es lo que les van a dar a l@s chic@s.
Uno también puede equiparla con alguna distribución de Linux, cuyo uso es libre y gratuito. También, gracias a programas como OpenOffice, Firefox, Evolution y tantísimos otros, dispone de un excelente útil de oficina, que lee y escribe los mismos formatos que los de Microsoft (totalmente compatibles, se dice en la jerga). Pero además tiene dos posibilidades más. Por un lado puede usarla para escribir, desarrollar programas que corran sobre la misma, mejorarlos, aprender a usarla como herramienta de dearrollo, crear. Y por otro lado, al ser de código abierto, uno puede meterse a chusmear cómo es que hace lo que está haciendo, aprende cómo está hecho el sistema operativo, lo tiene ahí, lo puede modificar y adaptar a lo que uno quiere. Andá a hacer eso con Windows!
O sea que en lugar de aprovechar la posibilidad de entregarles a l@s jóvenes útiles para la libertad, la suya y la del país, generando posibilidades creativas de trabajo, vocaciones, profesionales que hace muchísima falta, se prefirió darles útiles de oficina de manera que se crea un mercado de consumidores que querrán usar en sus oficinas esos útiles que tuvieron de jóvenes: herramientas de consumidores, para amenguar un poco las puteadas que veo venir.
Y sí, me da mucha bronca. Un gobierno que hace muchas cosas muy bien, acá hace la mitad muy bien y la otra mitad muy mal. Sospecho que la fuerza de Microsoft e Intel, incluyendo la de sus billetes, fue demasiada para algunas líneas de trabajo bien intencionadas.
Si lo leo como el vaso medio lleno, habrán computadoras, y será cuestión de luchar para que les instalen un linux, aunque sea en la mitad del disco. Habrá que arremangarse y seguir peleando.
11 de abril de 2010
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2 comentarios:
una vez que las computadoras sean entregadas, quedaran como todas las herramientas escolares habituadas a los usos y costumbres que se establezcan en la relacion profesor/alumno, de alguna manera, dejando mas que abierta la posiblidad para que se les instale linux, herramientas de codigo abierto y otras gratuitas. La computadora es la herramienta, y siempre se le puede echar mano. Dudo que duren mucho tiempo con su configuracio original al 100 porciento ....
Dudo que vayan de microsoft escuela por escuela a controlar que no se les haya instlado un firefox o un openoffice.
Conceptualmente, estoy de acuerdo con lo que presentas, pero, en resumen,representa un gran avance con algunos matices, como muchos otros actos del gobierno .. y a eso tambien tenemos que acostumbrarnos si no lo hemos hecho ya.
saludos
Coincido Fede, en que es preferible que los muchachos y las chicas tengan sus laptops a que no las tengan ...
Pero hace falta mucho más que medios tecnológicos ... hace falta espacios de libertad, creatividad, construcción cultural propia ...
Vamos por eso tambien!
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