7 de diciembre de 2011
Los negros y su música en México
Mascogos: los primeros “bluesmen” en México
Paco San Juan
Publicado originalmente en: www.bluesencastellano.org,
a su vez, tomado de bluespain, en un posteo de
Juan Avila
Con textos y videos
Negros Mascogos!!
Mascogo procede de muskogee, término utilizado para distinguir la familia lingüística de ciertas tribus indias de Norteamérica, entre ellas la de los seminoles y la de los creek.
Lugar de origen
Los mascogos proceden de La Florida. Cuando La Florida era territorio español llegaron allí en busca de refugio, para escapar de los esclavistas. Algunos de los primeros negros, después llamados mascogos, fueron comprados en calidad de esclavos por los seminoles, quienes también tomaron un buen número de ellos como botín de guerra. Sea cual fuera su procedencia, los ex esclavos establecieron una convivencia no sólo pacífica, sino de mutua ayuda, con los indios seminoles.
Anexada La Florida a los Estados Unidos, en 1821, los codiciosos blancos esclavistas iniciaron lo que se conoce como las “guerras seminoles”, en las que los indios tuvieron a los negros como aliados.
Gracias a una traición —los norteamericanos violaron una bandera de tregua— en 1837 cayeron prisioneros los jefes seminoles, entre ellos, el principal, Oceola, quien fue encarcelado y murió en prisión
. Otro de los jefes, Wild Cat, logró escapar y, uniéndose a los negros, continuó la lucha contra los blancos.
Establecimiento en México
Los seminoles, a excepción de un pequeño grupo de no más de 500 individuos, que se refugiaron en los pantanos de La Florida, fueron desplazados de las tierras de sus mayores.
En 1843 se presentó en Saltillo, Coahuila, un grupo de seminoles “procedentes de las márgenes del río Sabina” (en territorio de Texas), para proponer al gobierno coahuilense la firma de un tratado de paz. Acompañaban a los seminoles individuos de varias tribus indias: cherokees, caddós, chickasaws, kikapúes y otras.
Menos de un año después, el 8 de enero de 1844, el Gobierno Federal aceptó las condiciones del tratado de paz y permitió que las tribus solicitantes se asentaran en territorio de Coahuila.
Después de una obligada permanencia en la reservación de Oklahoma, los negros mascogos o “indios seminoles”, como se les conoce en Estados Unidos, escaparon. Reunidos en consejo, los jefes seminoles y mascogos, entre los que se encontraban Gato del Monte, el Negro Abraham y un legendario mestizo indio y negro, John Horse (Juan Caballo), decidieron dirigirse a México. Se establecieron temporalmente en varios lugares, que no fueron de su agrado.
A la petición de establecerse en México hecha por los seminoles y los mascogos, el gobierno federal respondió dotándolos de tierras en lo que fue el rancho de El Nacimiento del latifundio de Jacobo Sánchez Navarro, expropiado por decreto presidencial el 2 de agosto de 1852. Cuando pasó por Coahuila (1865), el presidente Juárez les ratificó la posesión sobre estas tierras, que desde entonces fueron bautizadas como “Colonia Benito Juárez”.
Los cantos espirituales de los mascogos
Llamados “capeyuye” (happy new year) por los Mascogos, son interpretados a capella, durante los funerales a manera de despedida de los muertos y en temporada navideña, para decir adios al año viejo. Doña Gertrudis (matriarca de los mascogos), es de las pocas personas mayores que aún recuerdan las letras.
El origen de estos cantos se remonta a la epoca de la esclavitud en los Estados Unidos de Norte-América,en estos cantos es posible detectar varias influencias: las canciones del afroamericano rural del sur de USofNA, la religiosidad Bautista y el canto responsorial de raíz africana.
Los Mascogos aún cantan Swing low-swing chariot, que es un spiritual cifrado, que utilizaban “los fugitivos del ferrocarril”, la famosa ruta de escape, hacia Canadá y México principalmente, promovida por abolicionistas de los Estados Unidos.
El tono de estos cantos transita de la celebración a la melancolía. Doña Gertrudis, con su voz fuerte y grave, es quién marca las frases y el ritmo, acompañada de una segunda voz y un coro (palmas de las manos y voces). Los hombres se integran al coro.
El inglés que pronuncian es el típico del sur de los estados unidos, especialmente de Texas;
I’m packing' up
'cos I'm ready to go
I'm packing up
getting ready to go
Lord, I'm packing up
getting ready to go
(fuente: Hernán Salas Quintanal y Rafael Pérez Taylor, Desiertos y fronteras)
Los Mascogos, son sin duda alguna, cuando menos desde mi punto de vista, los pioneros del Blues en México!
Gertrudis Blues
La directora Patricia Carrillo, quien con su documental Gertrudis Blues fue premiada en España, señala que le interesa contar las historias de la región
Apenas era una niña, sin embargo, Patricia Carrillo aún recuerda con cariño el viaje que hizo junto a su abuelo a la comunidad de Nacimiento, ubicada en Múzquiz.
En esa ocasión tuvo contacto con los mascogos, uno de los grupos étnicos que habitan en ese lugar.
Años después, mientras hojeaba una revista, se dio cuenta que aquella mujer de tez oscura que llamó su atención de pequeña, aún vivía, y vio la ocasión para sacar del cajón ese guión que se gestó en sus años de estudiante y cuya figura central era precisamente ella, Gertrudis Vázquez, matriarca natural de los mascogos.
Sin siquiera imaginarlo, el documental titulado Gertrudis Blues logró que esta directora saltillense recibiera una mención honorífica dentro del Festival de Cine de Huesca, en España.
“La satisfacción que me ha dado este documental no es la primera, pero sí tuve que luchar mucho para poder llegar a Coahuila".
LA ÁFRICA MEXICANA
En días pasados anduve en Guerrero, a unos 160 km al sur de Acapulco, en el último municipio del estado llamao Cuajinicuilapa (¡quien lo haya dicho sin equivocarse se lleva un premio!), a unos pasos de Oaxaca y en la mera Costa Chica, tierra caliente en todas sus expresiones. Este municipio, rodeado de exuberante vegetación y con alrededor de 10 mil habitantes, es llamado por la revista turística México Desconocido un “pequeño pedazo de África” en el país. Y no es para más. La piel oscura, negra en la mayoría de los casos, abunda en la región.
No son brasileños. Ni cubanos. Negros mexicanos
Cerca de 40 millones de esclavos llegaron en los barcos negreros a este continente durante cuatro siglos. Y muchos tocaron la Nueva España (hoy México), aunque no con la penetración de otros países como Brasil o los del Caribe. Pero de que hay negros mexicanos, los hay. Y ahora como en este país se supone andamos de plácemes (?!) organizando (?) los festejos (!) para el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución (sí, así, con Mayúsculas… ya más unos sucesos simbólicos que realidades palpables), los negros mexicanos alzan la mano: “aquí estamos, así somos”. Piden se reivindique su raza como parte de la nación actual, que se reconsidere la historia oficial que apunta que sólo somos una mezcla de dos culturas… No. Hay una más, “la tercera raíz”, los afromexicanos, en su mayoría ubicados en Guerrero, Oaxaca y Veracruz.
Memín Pinguín y doña Eufrosina, su “ma’linda”
Para los que pensaban que los negros mexicanos eran los estereotipados negros Memín Pinguín, el Negrito Bailarín o el Negrito Sandía, ya no digan tonterías y ya verán a muchos más. Muchos que ellos admiran, de aquí y de allá: Yanga, Kalimba, Johnny Laboriel, Giovanni dos Santos, Mike Tyson, Snoop Dogg, Michael Jackson (sí, fue negro y también tuvo cara de ser humano. Aunque usted… no lo crea!). Y obvio, el negro del momento, Obama, al que consideran como uno de los suyos, una esperanza para tooooooodos los negros del mundo.
Así que no les digan, que no les cuenten: la explosividad de las fiestas, algunos sones (como La Bamba o Chuchumbé), el bailar sobre tarimas, nombres de poblados veracruzanos como Yanga o Mocambo, no son más que muestras de aquella ascendencia africana.
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