Editor: Mario Rabey

18 de diciembre de 2009

Bolivia: Gobierno quita posesión de tierras a banquero y dueño de canal


El Gobierno boliviano tomó posesión hoy de unas 3.000 hectáreas de tierras, de propiedad de un rico banquero y dueño del canal de televisión Unitel, el principal medio opositor, siendo éste el segundo caso en menos de una semana, según informó una fuente oficial.

El viceministro de Tierras, Alejandro Almaraz, aseguró que "se revirtieron" dos propiedades del empresario Osvaldo Monasterio Nieme, dueño del Banco Ganadero y principal accionista de la televisora Unitel, porque sus trámites para adjudicarse la pertenencia "fueron fraudulentos".

"Entre ambos predios la superficie revertida es algo menos de 3.000 hectáreas", afirmó el viceministro Almaraz, quien anunció que se abrirá un proceso ante el Tribunal Agrario de Bolivia para "la recuperación de todas las tierras" y para "su distribución en favor de comunidades indígenas sin tierra".

Las dos propiedades, una de 2.500 hectáreas y otra de 500, se hallan en el rico departamento de Santa Cruz, en el este de Bolivia, cerca del fabuloso reservorio de hierro Mutún, en la frontera boliviano-brasileña.

Hace una semana el Tribunal Agrario expropió legalmente 12.500 hectáreas de tierras en manos de familiares del líder opositor de Santa Cruz, Branko Marinkovic, y el Gobierno procedió a su inmediata redistribución a aborígenes pobres del lugar.

En el caso de Marinkovic, el poder Ejecutivo argumentó que los territorios agrícolas forman parte de una Tierra Comunitaria de Origen (TCO), de los indios guarayos de Santa Cruz, la que goza de la protección del Estado boliviano.

Empresarios y líderes civiles de Santa Cruz, feudo opositor y la región más próspera de Bolivia, anunciaron que tomarán acciones para frenar -según ellos- las tomas de tierras, aunque no dijeron cuáles.
La Paz, AFP
Diario La Razon, Bolivia





16 de diciembre de 2009

Tapas de Clarin: la del 16 nov. 2009 y la del "blindaje" de De la Rúa


Esa mañana del 16 de noviembre del 2009, el blog Anarkoperonismo (desde junio del 2008 surfeando en el Titanic) amaneció temprano "como Proudhon manda", y se encontró con la siguiente tapa:


Este objetivo título nos invita a reflexionar sobre los problemas financieros que enfrenta el Estado Nacional, y nos da una clara demostración del estilo cabeza y vulgar en el que se expresa el Gran Diario Argentino cuando la patria se encuentra al borde del abismo a raiz de las políticas populistas y demagógicas de un gobierno montonero que perdió la brújula.

En el día anterior, el mismo diario nos despertaba con este otro titular:

Vuelven a utilizar reservas para el pago de la deuda
Lo anunció el ministro Boudou, junto a la Presidenta. Usarán US$ 6.569 millones del Banco Central para cubrir pagos externos en 2010. Buscan dar una fuerte señal de confianza. La Bolsa reaccionó bien. Hubo críticas opositoras y dudas de analistas.

Con este título, el matutino se refiere al fondo que el Gobierno Nacional constituyó para hacer frente a eventuales vencimientos con acreedores externos. Huelga decir que este fondo se constituyó con recursos propios que se extraen de Reservas del Banco Central, evitando la necesidad de mayores endeudamientos con organismos de crédito internacional (recursos que por otra parte podrían utilizarse para saldar la deuda social interna).

Si en cambio, el fondo se financiara con créditos exteriores a tasas exorbitantes, los economistas del Grupo Clarín lo llamarían Blindaje y lo presentarían -con mucha euforia- de la siguiente manera:
Adentro del diario encontraríamos los siguientes títulos:

LA MARCHA DE LA ECONOMIA: SE ALEJA EL TEMOR DE QUE LA ARGENTINA NO PUEDA PAGAR LA DEUDA EXTERNA
De la Rúa anuncia hoy el blindaje financiero
La noticia será difundida, simultáneamente, en Buenos Aires y por el FMI en Washington
El paquete llegaría a US$ 38.600 millones
Habrá aportes de bancos, de organismos y de España

EL BLINDAJE: LA ARGENTINA SE ASEGURO EL PAGO DE LAS DEUDAS DEL 2001
Salió el blindaje: son US$ 39.700 millones
Lo anunció ayer Fernando de la Rúa
El FMI hace el mayor aporte: 13.700 millones
El resto lo ponen otros organismos, bancos, AFJP y el gobierno español
Fuerte respaldo a Machinea

Desgraciadamente no estamos tan bien como en el 2000, cuando las expectativas de crecimiento no conocían límites y teníamos un gobierno razonable y serio. Hoy en día, nuestro autista gobierno pareciera informarse con el Diario de Yrigoyen, negándose a reconocer la realidad como siempre nos mostró el Diario de Frondizi (o en este caso, de De La Rúa).

Taller de plástica para niños - En Almagro - desde el 2 de enero


Informes:
desdelaplasticataller@gmail.com
4864-8218
Ana o Francisco

Dibujo, por Theo Lafleur - diciembre de 2009







Dibujo Mañanero, pa no perder la costumbre, vio?

Marcadores + fondo digi.


©Theo Lafleur

La Bella Excéntrica - Daniel Melgarejo

Un personaje fundamental en la movida Mandioca.

En Mandioca Documentos

















14 de diciembre de 2009

Mario Rabey - Las cuatro estaciones



Publicado en: Pesci, Rubén, Jorge Pérez y Lucía Pesci, eds., 2002. De la prepotencia a la levedad: FLACAM, paradigma y pedagogía de la sustentabilidad: 72-81. La Plata: CEPA-FLACAM

En este tiempo interesante, en el cual hay por primera vez en la historia humana una Civilización mundial, se impone reflexionar sobre los escenarios de su crisis, que es la mayor oportunidad de esta historia. Un invierno eterno, final, que lleve a una destrucción generalizada. O una primavera de creatividad, alegría y diversidad de culturas.

Reúno en este trabajo dos reflexiones relacionadas. Una se instala en la ecología política y la otra en la filosofía política, dos ramas fuertes de la teoría antropológica (es decir, la teoría del lugar del ser humano en el mundo).

Una primera reflexión se refiere a las distintas versiones de mundo que son pensables en términos de homogeneidad vs. pluralismo cultural. Las denomino “escenas para pensar”, en el doble sentido de lugares donde instalarse a pensar el mundo, y de mundos pensables como posibles. La cantidad de cuatro escenarios es un poco arbitraria, aunque el número es cabalístico y se asocia, por ejemplo, con las cuatro estaciones del año. Esto da lugar a una mirada secuencial cíclica, algo a lo cual también invito, así como a examinar la metáfora. El papel de la diversidad cultural en el futuro de la humanidad (incluyendo el futuro inmediato, es decir el presente) es el tema argumental instalado en las cuatro escenas.

La segunda reflexión parte de un debate en el cual me he instalado confortablemente en varias oportunidades (Rabey 1987, 1990) y que focaliza mi actuación en FLACAM: el que se refiere a la controversia entre las epistemologías hegemonistas que se centran en “el” saber, y las epistemología pluralistas (como las de Feyerabend, Foucault y algunos neomarxismos, que se ocupan de “los” saberes (Rabey et al 1995). Luego, paso a mirar el liderazgo, y sus estilos, a los que correlaciono con procedimientos políticos, ámbitos cognoscitivos del liderazgo y momentos culturales. Esta reflexión se expresa en un segundo esquema de cuatro componentes. Aquí la ciclicidad me parece aún más evidente.

CUATRO ESCENAS PARA PENSAR

Cuatro estaciones de la ecología, cuatro estaciones de la política, cuatro estaciones de la humanidad y su/s cultura/s. En el pensamiento de los Andes Centrales, la región donde actualmente habito, el mundo se vuelve a hacer luego de cada ciclo. Es el Pachacutec, el retorno a los orígenes en una fase superior de desarrollo, que invita a una epistemología pluralista centrada, ya no en las comparaciones o en los reduccionismos, sino en la analogía.


En el verano todo parece pleno, pero es la decadencia de la primavera. Lo orgánico se pudre por el exceso de calor y sobreviven las semillas: hay aniquilación de culturas y sociedades . Viene entonces el otoño, donde la materia orgánica se incorpora al suelo: es el sometimiento cultural de las mayorías. Le sigue el invierno, donde las semillas producidas en el verano son cuidadas por el propio frío, que las preserva de sus enemigos, y se manifiestan los aislamientos culturales. La primavera recupera el crecimiento y la diversidad, la diversidad sociocultural.

La metáfora de las semillas para las culturas y su diversidad no es nueva. La acuñó hace más de mil años San Agustín, uno de los primeros europeos que valorizó la diversidad de las culturas. Son las “semina verbum”, las simientes del conocimiento verdadero. No recuerdo ningún ejemplo contemporáneo notable del uso de esta metáfora, que rescato aquí, en un sentido más amplio que el que habitualmente se le reconoce a Agustín.

Uno puede instalarse a pensar el mundo desde cualquiera de las cuatro estaciones propuestas. También puede preferir una de esas cuatro estaciones como lugar de llegada. Creo que la mayoría de la gente prefiere la benigna y modesta primavera, que no se caracteriza por la cantidad, sino por la variedad. Sin embargo, es evidente que hay gente con aspiraciones de poder que prefiere el verano, la cantidad: un gran consumo material. La gente que quiere conservar sus prebendas del verano, guarda las provisiones acumuladas en almacenes durante el otoño, para poder gozar de un consumo material muy diferenciado, que se mantiene en la estación siguiente. Y como se trata de provisiones humanas (gente trabajando, sus conocimientos, sus aptitudes), éstos tratan de guarecerse de la sumisión en el invierno, lejos de los amos, para volver a fructificar en la primavera, donde impera un consumo material auto-controlado.

No se trata de un reduccionismo de la sociedad y la cultura a la naturaleza y la ecología. Estamos explorando las analogías profundas a las que nos invita por ejemplo Cristopher Alexander con su Lenguaje de patrones. O la fructífera idea indagada por Gregory Bateson en Mind and Nature. Los ciclos de la naturaleza son analógicos con los de la cultura, la evolución natural es análoga al pensamiento humano: toda la realidad tiene un patrón común.

Ahondar en esta cuestión epistemo-lógica, nos permitirá pasar enseguida a la segunda de las exploraciones planteada al comienzo, la controversia entre “el” saber y “los” saberes. Porque se trata de percibir que si el saber es único, quienes no disponen de él son condenados de la tierra -el verano es el Edén perdido-, culturalmente aniquilados, y si no pueden adquirir “el” saber, peor para ellos: ese es un saber que construye UN MUNDO PARA POCOS.

En las crisis otoñales, por ejemplo cuando se hace evidente que no hay suficientes bienes materiales para todos según un modelo cultural consumista, el mundo puede escindirse -y para ello hasta se esgrimen teorías ad hoc, como las de las sociedades y economías duales-. Ello da lugar a una realidad con DOS MUNDOS, dejando lugar para otros saberes sometidos, a los cuales se reserva el lugar de la EXPLOTACIÓN: por ejemplo, ejércitos laborales - consumidores de reserva. Y en esa escisión de dos mundos, “los” saberes resistentes pueden seguir subsistiendo -como simientes- bajo el frío estatuto invernal de la EXCLUSIÓN. Al final primaveral del ciclo, se reconstruye UN MUNDO PARA TODOS.

Observemos ahora con un poco de detalle esta confrontación entre concepciones del saber. Para ello, empezaré introduciendo en esta exploración un elemento básico de la visión flacamiana: el concepto de proyecto.

El saber del proyecto


Señalemos entonces la crisis de la idea de un saber monolítico, en el sentido de único conjunto de verdades. Esta crisis se agudiza cuando la epistemología contemporánea enfatiza en lo que Paul Feyerabend (1976) ha llamado “pluralismo metodológico”. Es bueno señalar que su “todo vale” ha sido erróneamente asignado a la praxis, cuando este discípulo heterodoxo de Karl Popper lo que hace es reclamar libertad para la indagación y recuperar -o más bien, reconocer- el papel de los sueños, la poesía y, en general, los otros saberes, en la construcción del conocimiento. El saber deja de ser singular, para hacerse evidente su pluralidad. El saber deja lugar a los saberes. El método deja lugar a los métodos.

Y los saberes dialogan entre sí, del mismo modo que lo hacen los distintos mundos donde habita el hombre. Si observamos con detenimiento nuestros debates interiores, nos encontraremos haciendo discutir a nuestros sueños y recuerdos (¿y hay alguna distancia entre ambos?) con nuestros juegos, a éstos con nuestras crudas cotidianeidades (¡la esfera de la producción!), y a todos juntos con los preconceptos anidados en nuestros hábitos de pensar. Pero este diálogo entre saberes no se da solamente adentro nuestro, sino afuera. La antropología de las últimas tres décadas, bajo la inspiración de Clifford Geertz y Frederik Barth entre otros, ha remarcado que las culturas, esas tramas complejas de significación y acción, no existen tanto por su diferenciación, sino por su mirada mutua y por lo que más recientemente el chicano Renato Rosaldo ha denominado entrecruzamiento.

El conocimiento se construye como diálogo. Diálogo interior, diálogo entre personas, diálogo entre culturas. El conocimiento es el diálogo. O, como ha sostenido Jürgen Habermas, la objetividad reside en la intersubjetividad. El saber proyectual es el proceso resultante del diálogo entre saberes. Con una visión didácticamente simplificadora, les enseñamos a nuestros alumnos a hacer jugar los saberes en los proyectos.
Y solemos afirmar que el liderazgo del proyecto se instala en la capacidad para articular esos distintos tipos de saberes. Es líder el que dialoga mejor. También es el que se permite soñar. El proyecto se instala donde los saberes dialogan y los saberes dialogan donde se instala el proyecto. Esto nos envía ahora a repensar el liderazgo. Nuevamente aparecen los ciclos, esta vez más cargados de temporalidad y larga duración. Veremos como esta parte de la reflexión nos conduce a revisar las nociones de modernidad (con su antecesor, la premodernidad) y posmodernidad (con su búsqueda, la supermodernidad).

Liderazgos

La antropología y la sociología han prestado un considerable interés a los liderazgos. Gracias a ellas, sabemos que los liderazgos demandan mucho trabajo (aunque uno sospecha que es menor que el que le lleva a la ciencia estudiarlos). Veamos algunos atributos de los líderes premodernos, sobre los cuales se ha concentrado la antropología. Pierre Clastres señala que los jefes aldeanos amazónicos deben hablar durante horas en el medio de la aldea, aunque nadie los escuche. Franz Boas, en su descripción clásica de los kwakiutl de la costa oeste norteamericana, detalla cómo para conseguir y retener su liderazgo, el jefe debía realizar un potlach, donde se consumía gran cantidad de bienes y el remanente se quemaba: para ello debían trabajar arduamente sus esposas y sus respectivas familias.

Esa trabajosa práctica de ser jefe (o, en el popularizado término de los indios caribe, cacique) construye un ámbito cognoscitivo que técnicamente se llama carisma: ese atractivo tan peculiar que se establece entre el líder y quienes lo siguen o acompañan y hace que todos tengan la sensación de estar percibiendo, sintiendo, entendiendo al unísono. Un atractivo que en los comienzos de la modernidad dio lugar a la figura heroica del re/conquistador (de la España ocupada por los árabes, de los territorios que ellos percibían como “vacíos” en América[1]: el caudillo). Y a partir de ese atractivo, la gente los sigue: los caciques y caudillos conducen. Veamos una sutil cuestión de escala y de actividad social, con fuertes consecuencias políticas. En grupos más bien pequeños, y sin una fuerte orientación bélica, sus caciques toman generalmente las decisiones en consulta con su gente: el poder es consultivo. En cambio, en sociedades más grandes, o cuando sociedades pequeñas se orientan centralmente a la guerra, el caudillo no consulta y el poder se hace delegativo.


Y como para remarcar que los recorridos cíclicos no abandonan jamás ciclos históricamente anteriores, los carismas siguen estableciéndose en los posmodernos tiempos actuales sobre las mismas bases que en la premodernidad. Miremos a nuestro alrededor, recorramos las páginas de algunos periódicos, hagamos zapping por las películas que pasa la TV, y nos encontraremos con líderes políticos, empresariales, profesionales y de la vida cotidiana (en sus barrios, aldeas y otras culturas locales), hablando largamente frente a auditorios que a veces ni siquiera fingen amable interés, o gastando (a veces gran) parte de sus recursos en agasajar a sus seguidores.

De todos modos, la modernidad trajo algún aditamento nuevo al liderazgo, fundamentalmente la razón, de la cual Weber ha dicho que reemplazó al carisma. Los líderes dejaron de ser atractivos por las emociones que concitan y empezaron a serlo por la adhesión a sus ideas: precisan persuadir, para que en las elecciones, que es donde se instalan estos líderes racionales, puedan resultar elegidos. Y desde el sitial electivo ejercen su poder por representación.

Serían necesarios todos los cambios que conducen a la posmodernidad para que reaparezca la premoderna noción de consulta, perfeccionada y profesionalizada a través de los procesos de participación. El líder no lo es por los afectos que le permiten conducir y lo dejan decidir por delegación, como en la premodernidad; tampoco por las adhesiones racionales que hacen que sea electo y pueda decidir por representación, como en la modernidad. El líder posmoderno se establece a través del consenso y decide a través de la participación. Y ¿cuál es el ámbito cognoscitivo que se ha agregado al carisma y a la razón?: el proyecto.

Antes de continuar esta exploración, preciso plantear aquí que este modelo donde aparece una secuencia de fases o momentos culturales no constituye una evolución sociocultural ni nada que se le parezca. Insisto: son momentos de un desarrollo cíclico. Como tales, pueden darse de distintas maneras en distintas sociedades, en distintos momentos históricos, en distintos lugares del planeta. Los ciclos pueden abreviarse e incluso interrumpirse. Invito, por ejemplo, a considerar la posibilidad de una modernidad política interrumpida en la Roma Clásica y un retorno a los caudillos. Realidades confusas como Irán y sus ayatolas, Chiapas, el zapatismo y su ciber-guerrilla, desafían también a practicar una revisión semejante.

Estas confusiones que ofrece la realidad política contemporánea se deben a que la evolución cultural no es ni unilineal -como se sostenía en el Siglo XIX-, ni multilineal, como lo plantearon algunos brillantes teóricos de mediados del Siglo XX. La evolución cultural es entrecruzada, con un entrecruzamiento diacrónico y sincrónico. Es decir que las espirales del desarrollo cultural, además de desplegarse cíclicamente en el sentido de la flecha del tiempo, se entrecruzan en distintos momentos de sus diversas trayectorias. Entonces, al cruzarse las distintas tradiciones culturales en distintos momentos de sus ciclos de desarrollo, los rasgos propios del momento que están atravesando se transfieren mutuamente. Estas culturas híbridas, para usar la expresión del antropólogo argentino García Canclini, pueden combinar rasgos premodernos, modernos y postmodernos tomados de las culturas con las que se entrecruzan, o de sus propias trayectorias: la hibridez cultural es témporo-espacial

Esto nos permite ubicarnos con más precisión en la concepción de proyecto, tal cual ha sido desarrollada por Rubén Pesci y el grupo de la Fundación CEPA. Como he señalado antes, el proyecto es el ámbito cognoscitivo en el cual se instalan los liderazgos en la postmodernidad, liderazgos preñados de atributos premodernos y modernos y construidos en las zonas donde hay más diálogos de saberes y entrecruzamientos de trayectorias culturales. El mejor modelo para representar el proyecto es la helicoide, no a causa de un procedimiento de abstracción, sino porque la helicoide es la mejor representación geométrica posible de esas trayectorias cíclicas y entrecruzadas del desarrollo cultural.

En la postmodernidad, el liderazgo es entonces la capacidad para ser en el proyecto:. la capacidad para volver a construir polis. Una capacidad que la modernidad no le reconoce al hombre común y que la premodernidad casi no reconoce siquiera como atributo humano.

Pero dijimos también que el liderazgo proyectual no solamente es la capacidad de diálogo entre saberes y culturas, sino que esa capacidad se instala en la madre de todas las destrezas: la capacidad y la voluntad de soñar. Y esto nos lleva al final y nuevo comienzo de este modelo cíclico de los desarrollos culturales. Propongo para esta fase final el nombre de supramodernidad. En la supramodernidad el sueño -como en el vuelo shamánico de las premodernidades tempranas- se hace real: la realidad es el recuerdo capaz de proyectarse hacia el futuro. Su procedimiento político es la utopía, ese lugar donde todos somos los líderes de la proyectación hacia el futuro. Su mecanismo para la toma de decisiones es la comprensión, donde cada uno de los miembros de la polis somos capaces de aceptar todas las identidades culturales sobre la base de la tolerancia y el respeto mutuo, y donde cualquier futuro posible / imaginable alberga más diversidad. Y en este liderazgo ejercido por el propio colectivo en toda su diversidad cultural, el ámbito cognoscitivo es la vida.

En este momento, detengo la reflexión, y presento el cuadro final como invitación a esos sueños.





ALGUNA BIBLIOGRAFIA MENCIONADA

Alexander, Cristopher, Un lenguaje de patrones.
Barth, Frederik, (comp.), 1976, Los grupos étnicos y sus fronteras. México: Fondo de Cultura Económica.
Bateson, Gregory, 1980, Espíritu y naturaleza. Buenos Aires: Amorrortu.
Boas, Franz
Clastres, Pierre, La Sociedad contra el Estado. Caracas: Monte Avila.
Feyerabend, Paul, 1978, Against method: Outline of an anarchist theory of knowledge. London: Verso
trad. esp. 1986, Tratado contra el método: Esquema de una teoría anarquista del conocimiento. Madrid: Tecnos.
García Canclini, Néstor, Culturas híbridas: Estrategias para entrar y salir de la modernidad.
Geertz, Clifford, . La interpretación de las culturas
Habermas, Jürgen, 1989, Teoría de la acción comunicativa. T. 1: Racionalidad de la acción y racio­nalización social. Madrid: Taurus.
Pesci, Rubén, 1999, La ciudad de la urbanidad. La Plata: Fundación CEPA.
Rabey, Mario, 1987, Tecnología tradicional y tecnología occidental: una perspectiva ecodesarrollista. Revista de Economía del CERIDE, 8: 98-119.
Rabey, Mario., 1990, Conocimiento popular y desarrollo. Medio Ambiente y Urbanización, 31: 46-55.
Rabey, M. A., V. Hernández y G. Pérez, 1995, La construcción del conocimiento: De la descripción y la norma al constructivismo radical en Epistemología, Teoría Social y Antropología. Documentos de Trabajo, Universidad de Belgrano, Serie Posgrado, 3.
Rosaldo, Renato, 1989, Culture and Truth: The remaking of social analysis. Boston: Beacon Press.






[1] Todas las expresiones remarcadas, ya sea con negrita o en mayúscula, remiten a la figura anterior (“CUATRO ESCENAS PARA PENSAR”).
[2] Este continente que estaba de hecho lleno de habitantes, algunos de los cuales, los quechuas, lo llaman Abya Yala.



13 de diciembre de 2009

Elecciones en Chile - Primeros Resultados Parciales

REPUBLICA DE CHILE
MINISTERIO DEL INTERIOR
Votación Candidatos por País
Presidente 2009

NOMBREVOTOSPORCENTAJE
Jorge Arrate Mac-Niven44.5135,45%
Marco Enríquez-Ominami Gumucio145.19517,78%
Sebastián Piñera Echenique364.76844,67%
Eduardo Frei Ruiz-Tagle261.97232,08%
Válidamente Emitidos816.448


12 de diciembre de 2009

Las policías no necesitan más facultades sino nuevas habilidades


por E. A.
El autor de esta nota es un amigo que ha trabajado mucho en temas de política criminal y seguridad ciudadana. Responde aquí a una pregunta mía sobre lo que el gobierno debería hacer para manejar con racionalidad los cortes y los piquetes. Me ha pedido que no figure su firma en este adelanto, mientras se da un tiempo para elaborar algo un poco más sólido, que pueda someterse a una controversia interesante. La foto es de Wikipedia.


Uno de los más graves atrasos - no el único - que padecen las fuerzas de seguridad en la Argentina es su incapacidad de intervenir de un modo inteligente, con tácitas disuasivas y negociadoras y daño mínimo o nulo en la gestión del desorden en el espacio público - calles y otras vías de tránsito - y en grandes concentraciones de público - espectáculos deportivos o artísticos masivos. Son especies diferentes en sus particularidades pero integran el mismo género de problemas.

Esta carencia- una más de las obsolescencias de nuestro sistema policial, entre los más vetustos y corruptos de toda América - empuja a la dirigencia, a veces de buena fe y otras con hipocresía, pero siempre con impericia, a plantearnos la falsa opción represión vs. caos. Esto no solamente altera la libre circulación y genera malhumor social y conflictividad agregada, sino que alimenta - y es lo más grave - el discurso reactivo (reaccionario) del Partido del Orden.

Lo cierto es que las conducciones policiales, a las cuales la estructura vertical-militar de obediencia ciega, cero planificación y cero capacitación favorecen en sus intereses corporativos, también se benefician con la indecisión del estado, creando el clima de demanda permanente: "Y, tenemos las manos atadas. Y, nos faltan patrulleros. Y, tienen que darnos más facultades" ... Ver más...

Las policías no necesitan más facultades sino nuevas habilidades. Entre ellas, serios protocolos de uso de la fuerza y de intervención en la conflictividad social.

Mientras eso no ocurre, los gobiernos saben - y, naturalmente, temen - que una acción para disolver un nudo vial provocado, o para controlar la violencia en un estadio, puede derivar en muertes, destrozos y motines. Prefieren, entonces, esperar de brazos cruzados.

Es un asunto bastante más complejo que esta brevísima y apurada síntesis, pero el fondo de la cuestión es esta: Un gobierno tras otro cae en el mismo error, que es ceder la iniciativa en la gestión de seguridad a las policías, dándoles una tácita autonomía. Scioli-Stornelli hicieron eso en la provincia, lo que significó una regresión de diez años.

Hay también una pésima distribución geográfica de los recursos del poder de policía. La gendarmería, una policía especializada en contrabando y criminalidad compleja, carece de entrenamiento para disturbios sociales. Van con FAL. Y matan. No son ellos los que tendrían que intervenir.

10 de diciembre de 2009

“Clases peligrosas”


Por Raúl Zaffaroni *

No se trata de que la psiquiatría y la medicina aportaran algo concreto al nazismo: todo lo contrario, el nazismo es expresión de una ciencia dogmatizada, de un positivismo pobre en argumentos pero eficaz a la hora de revolver las tripas de las multitudes. Los crímenes del nazismo no fueron más que culminación de la senda indicada por el positivismo, seguida hasta sus últimas consecuencias. La Revolución Industrial había llevado al poder a una clase de industriales, comerciantes y banqueros que se concentraron en las ciudades, junto a muchos más que llegaban a ellas en límites de subsistencia, generando situaciones de extrema tensión y violencia como resultado de la simultánea acumulación de riqueza y miseria en el reducido territorio geográfico. Se concentraban los que tenían mucho y los que tenían algo junto a quienes no tenían nada. Los últimos se volvían peligrosos. La policía aparece como institución indispensable para la defensa de los primeros.

Se comienza a hablar de “clases”: el término aparece vinculado a los carenciados de las ciudades, pero no por el lado de los revolucionarios, sino de los poseedores, que llamaron a esos carenciados “clases peligrosas”. En 1838, diez años antes del Manifiesto Comunista, el Instituto de Francia convocó a un concurso sobre las clases peligrosas. Lo ganó el comisario Frégier, que publicó su libro en Bruselas dos años más tarde (Des classes dangereuses de la population dans les grandes villes). Es un libro teóricamente pobre, porque la policía, aunque tenía poder, no tenía discurso. Como el poder sin discurso no se mantiene mucho, los policías deben pedirlo, y quienes gustosos se prestan a aportarlo son los médicos, que desde el siglo XVI, con Wier reclamando a las brujas, miraban con codicia la cuestión penal. De este encuentro entre médicos y policías surge el mayor impulso del positivismo disciplinante en las ciudades.

Los médicos de locos –marginados por ocuparse de semejantes seres recluidos en infectos recintos– adquirieron prestigio social al pasar al papel de astros centrales en los grandes procesos. Los juristas, que primero les habían opuesto cierta resistencia (se disputaban las cabezas de los guillotinados en París), terminaron plegándose a su discurso. Pero la síntesis justificante de la hegemonía de los industriales, comerciantes y banqueros, y también del neocolonialismo, la llevó a cabo un ingeniero de ferrocarriles: Herbert Spencer. Todo evoluciona por catástrofes, planteó: triunfan los más fuertes y así se reproducen éstos y mejoran las razas, mientras sucumben los más débiles, cuya supervivencia haría que la raza involucionara y desapareciera. En esta línea trabajaron los antropólogos que legitimaron los genocidios neocolonialistas; entre éstos, uno de los más terribles fue, en la entrada del siglo XX, el de Leopoldo II de Bélgica en el Congo, que acabó con más de dos millones de seres humanos. Hoy tiene un museo y monumentos ecuestres en Bruselas.

Las clases peligrosas se asimilaron a los neocolonizados: eran salvajes regresivos que surgían por accidentes de la naturaleza entre las razas superiores: el loco moral de la psiquiatría inglesa; el delincuente nato de Cubi y Soler y, después, de Lombroso; el mestizo degenerado de Morel; los mestizajes que neutralizaban la raza superior de Gobineau.

La lógica era: hay que neutralizar a los inferiores para que no se reproduzcan y hagan desaparecer a los superiores; hay que impulsar el avance de los superiores y esterilizar a los inferiores. Galton le dio forma de ciencia con su “eugenesia”, pero se asombró –y asustó– cuando los norteamericanos la tomaron en serio y las sociedades de criadores de vacunos y caballos con veterinarios a la cabeza, y apoyados financieramente por fundaciones prestigiosas, comenzaron a aplicarla a los humanos; a partir de 1907, la convirtieron en ley. Se reprodujeron las leyes de esterilización y las prohibiciones de los matrimonios mixtos en los Estados Unidos, pese a que el pobre Galton declaraba que lo suyo eran hipótesis necesitadas de demostración. Miles de personas fueron esterilizadas: delincuentes, malformados, sordomudos, psicóticos, ciegos, toxicodependientes, débiles mentales, epilépticos. En Europa, países nórdicos y algún cantón suizo copiaron las leyes.

La eugenesia alemana estaba en pañales; los norteamericanos le transfirieron sus conocimientos científicos y financiaron sus primeros institutos. Los alemanes volvían muy contentos de sus viajes a los Estados Unidos y afirmaban que los negros estaban sobrerrepresentados en las prisiones norteamericanas porque el Estado les exigía un esfuerzo que no estaban en condiciones biológicas de realizar. En Mein Kampf se afirma que el único país que tiene una política poblacional racional son los Estados Unidos.

La consecuencia no podía hacerse esperar dentro de la propia Europa. Manipularon la ciencia médica para legitimar la explotación neocolonial y la sagrada ciencia –convertida en verdad dogmática– los llevó a que no pudieran discutir ni poner en duda su propio invento. Europa se enroscó dramáticamente en sus propias mentiras antropológicas. Las atrocidades cometidas en otras latitudes acabaron cometiéndose en su propio interior. Después de perder el respeto a la persona en sus colonizados, no podían tardar en perderlo entre ellos mismos. Los monstruos de esta razón son la creación de una gran mentira científica elaborada para explotar al resto del planeta en un festival de soberbia genocida.

Los cerebros de los niños asesinados, guardados durante sesenta años como material para la investigación, son el producto de la indiferencia y la irreflexión de sus ascendientes ante el extremo sufrimiento de otros pueblos del mundo y de la introyección de las mentiras de la ciencia que los legitimaba.

Alemania no fue potencia colonialista y tampoco lo fue el Imperio Austrohúngaro. A ambos se les negó la oportunidad de explotar en provecho propio a otros pueblos, pero asimilaron las mentiras de la ciencia colonialista y siguieron su lógica a la hora de conquistar poder: pero lo hicieron a expensas de los otros pueblos europeos y no contra los africanos, asiáticos o americanos. El nazismo no fue otra cosa que el neocolonialismo practicado dentro de Europa, conforme los principios de la misma ciencia colonialista. Debían someter a los pueblos inferiores, utilizar como mano de obra a quienes estaban en condiciones de servirles, eliminar a los que eran inservibles, y en el interior de su país también debían liberarse del riesgo de que los inferiores pudiesen reproducirse; ellos destinarían los esfuerzos a la reproducción de los más fuertes, se descargarían del lastre y del costo de mantener a los inútiles. Y, cuando la guerra exigió el máximo de esfuerzo, las razones económicas llevaron estos crímenes al paroxismo.

El psiquiatra alemán Ernst Kretschmer fue maestro del español Juan Antonio Vallejo Nágera, médico jefe de investigaciones psiquiátricas de los campos de concentración después de la masacre civil y dueño de la psiquiatría franquista hasta su muerte en 1960. Vallejo Nágera asumió las tesis lamarckianas: el ambiente hace y modifica al ser humano (curiosamente la misma tesis de la biología stalinista). En función de ella, no mataron a los niños en los campos de concentración franquistas, sino que los entregaron a familias sanas, es decir, católicas y, por supuesto, falangistas. Un puente que alguna vez será menester investigar permitió la llegada de este pensamiento hasta nuestras tierras.


* Profesor en el Departamento de Derecho Penal y Criminología, Universidad de Buenos Aires. Presidente del Consejo Consultivo del Instituto de Políticas Públicas. Miembro de la Corte Suprema de la Nación. El texto forma parte del prólogo a Psiquiatría y nazismo: historia de un encuentro.

yo me pienso afanar su seguridad ... ahora soy yo el que los va a educar

Lamento de un niño crecido II
los camiones

por Nene
en taquetepariocarajo!!!

(foto: Juan Bautista Bairoletto, bandido social, nacido en Santa Fé en 1894, muerto en Mendoza frente a la policía en 1941)

no, guachín; no sos machito hasta que no has estado tan cagado de guita o de rancho, de ropa o de sionpe como para atreverte a ir a descargar esos camiones enormes que vienen con frutas y verduras desde el interior.

no la ves tan clara si nunca te bancaste media res arriba del lomo virgen que tenés, mientras sentís que desde la altura de los riñones y hasta el hueco de atrás de la rodilla baja una descarga, como de electricidad que te hace reputear, porque te deja la pierna dura y dolorida, como si te hubieran apoyado la punta de una faca y te la hubieran mandado a guardar sin preguntar.

no sos tan hampón como decís si nunca miraste al muchachito que te revolea esas cajas enormes de zapatos, desde el hueco oscuro y húmedo de la caja de un camión, si nunca lo miraste al muchachito sonreir ni lo escuchaste decir cosas sucias a las chicas que pasaban por la vereda esa mañana.

-”manooooo…!”- , te grita, quien quiera que sea que esté arriba de la caja.

y eso significa que te da un descanso, porque va pasando gente o porque va a parar y va fumarse un faso, o porque vio una minifalda, o porque se le ocurrió dejarte respirar cinco minutos. entonces vos te enderezás y tratás de ajustar todas las vértebras, y ya sabés que es medio al pedo. tratás de secarte la transpiración, y ya sabés que es medio al pedo. tratás de sonreir y no te sale, tratás de putear y es medio al pedo. tantas cajas caben en un puto camión?

-”ta linda la gringa, ah? llegá vó ahí, guaso?”-

y vos decís que no, ni a palos, porque ambos saben que en el estado en el que estás, ni siquiera te sale acostarte en una cama sin putear a dios y a todos los operarios, los bien comidos operarios con casco que manejan esas grúas con horquillas y sienten que tienen la pija entre las manos cuando le dan a las palancas.

-”vamoooo…!’”- te dice el muchachito finalmente. y los cinco minutos de descanso se terminan.

y así toda la mañana. y así toda la tarde. desde las 7 hasta las 6.

doble turno. doble escolaridad.

y eso que todavía no te he dicho que ese laburito es el que paga menos; eso que no te comenté que el que descarga es siempre el que está en negro, y cuando vienen los de la AFIP o los del ministerio, armás una casita con cajas y cajas de cajas de zapatos (te parece gracioso, una caja de cajas de zapatos? bueno: existen) y te quedás ahi dentro, bien quietito, sin respirar; los escuchás caminando por el depósito o el sótano o donde chota sea que te alcance la inspección y tratás de respirar lo menos que se pueda y los oís preguntarle al contador “acá qué guardan, aparte de zapatos?” y siempre es la voz de una minita la que habla, y vos pensás que debe estar riquísima si es que trabaja para el ministerio o para la AFIP, pero no vas a salir a hacerte el carteludo, no vayas a salir por el amor de dios.

ya si te agarran en el mercado es otra cosa. te hacés el pelotudo y decís que sos acompañante del dueño del camión, o te mandás a mudar para hacerle el aguante al patrón, para que no vaya a armarse remo.

y así. todos juegan a esconderse, todos hacen trampas.

por qué no?

a eso de las cinco, una taza de café o de té o de mate. ahí el trompa se la juega y se compra los criollos, y están ricazos, y pensás que podrías morfarte dos mil kilos, pero es al pedo pensar eso, tenés que terminar rápido de merendar y hacer la última carguita en los camiones más chiquitos o acomodar lo que chota sea que tengas que acomodar, lo que chota sea que tengas que hacer para quedar bien, para que te vuelvan a llamar.

aunque ya sepas de antemano que el contador te va a llamar.

claro que te vuelven a llamar! siempre te vuelven a llamar!

llegan, llegan, los camiones. pero parece que nunca más se van.

si conseguís salir con vida, aguantáte el viaje en bondi. aguantáte la mirada de las viejas y aguantáte el comentario del viejo puto que controla la pensión:

-”acá vive gente limpia y decente”- va a decirte, y vos no contestás. para qué le vas a contestar? andá a explicarle!

si querés salir a tomarte una birrita por ahí, salí pero volvé bien tempranito, que mañana a las 7 vas a tener que estar aguantandolo al patrón, hasta que venga a abrir la puerta del boliche. la puerta. “sólo personal”.

por eso guaso, vos no la tenés tan clara. vos lo que querés son las pepas con la pipa, el pantalón que te deje media raya del culo afuera y la gorrita de los lakers.

y en vivir te va la vida.

sabés por qué reviento casas, yo? sabés por qué me estás acompañando a reventar?

me estás acompañando porque quiero demostrarles a los viejos de lacoste y cuenta en las caimanes y a las viejas berretas con collares de mil dólares que esto es lo que han hecho ellos de mí. que años y años de “no te metas” han hecho esto de vos, de todos y de mí.

tres décadas llevamos, con el “no te metas”. vos te la bancás?

yo me voy a afanar lo que ellos más cuidaban, lo que ellos más querían.

yo me pienso afanar su seguridad.

meta bala y bala, nomás.

ahora soy yo el que los va a educar.

9 de diciembre de 2009

Sueños de risas desquiciadas

por Celes Pazto


Los ojos duelen y el cansancio sobrepasa, es que los sueños se fueron a pasear a algun lugar,
y los dejaron abandonados cada noche en camas sin arreglar.

Respiran hondo y cuentan cuentos de vida, me lloran los ojos, hinchados de tanto pensar...

Esa risa asesina me esta matando, y mi cadaver vas a tener que recojer en partes por la gran ciudad, encontrando pedacitos con la suerte de la casualidad.

Dormir, el sueño no está, el cuerpo pide justicia, lágrimas en los ojos, dormir, se me vuela la frazada pero otra vez en algun momento me ahogo entre las sabanas, agitadas por su respiración.

Un arañazo le recorre el cuerpo, perdiendose en un continuo escalofrio de nadie sabe que por qué, y piensa en el sueño, y sueña tenerlo, y sueña mundos de chocolates, helados y unicornios alados.

Nomeimportamicuerpo, nomeimportanada, grita desesperando en la noche, golpeando los puños contra ese muro invisible que lo contiene. Risas, por todos lados hay tanta sonrisa que cualquier patio es un lugar unico en el mundo y se coleccionan miradas.

Dame, qué, no se pero dame, toma toma, dame, mira esta sonrisa danzarina jugueteando por todo mi cuerpo, mira este apocalipsis de pulmón vomitándome en la cara mientras duermo.

Voy a girar por toda esta cama para un lado y para el otro, y voy a amasar las esquinas del infinito para mirar a los ojos a un gato gris perdido en la oscuridad de mi ceguera.

Dame.Y tan rápido como todo algun día fue prendido, se apaga, y entre hojas fluorescentes se derraman las lagrimas del dolor, la muerte esta tan segura... tantas veces me saco ventaja, que probé con matarla.

En la cama la chocolatada sabe más rica, y ver el reflejo de los propios ojos en la chispa de la existencia ajena es programación de veinticuatro horas.

Estoy al abrigo musical de mis propios dioses, riendome al infinito por sus sorpresas, dejándome pasar por encima de los pies con botas de metal, y riendome, riendome.

Sabes, quiero ver las estrellas desde el pasto de algun lugar, y que la luna misteriosa me sorprenda en mi meditación, en mi sueño negado.

Siguen retorciendose las noches en las camas de lo sueños quitados, siguen pidiendo por favor los niños para descanzar las comisuras de los labios felices, siguen los besos flotando en el aire, y las buenas noches susurradas al oido. Siguen los sueños flotando sobre sus cabezas, esperando la primera oportunidad de llevarlos, a esos reinos de cristal de plata, a la espera del cruce del tiempo, del universo riendose en sus cabezas, por su infima pequeñes. Arropados los niños duermen, era algo en el camino, algo en el camino, no los dejaba dormir.

Y entonces, el cielo ilumina los ojos, se ríen los pájaros en sus ramas, se ríen los locos en sus camas, se quiebra una garganta detras de una puerta, y el sueño aparece como si nunca se hubiera ido, entre oxígeno y amor maternal. Que dejen de analizar sueños en divanes y rían en los pastos del nirvana, estando solo otra vez de cara a la luna, haciendo en voz alta, esperando que algun día la respuesta llegue caminando a su mundo.

Un hombre golpea una puerta en algún lugar en ningun lado, cruza de manos a quien espera del otro lado, le regala una sonrisa con los ojos cerrados y le dice: las despedidas son esos dolores dulces...

Leon Gieco, 1982: La cultura es la sonrisa


Ese día de noviembre de 1982, el rock argentino, sus músicos, su gente, su cultura, empezamos a decirle Nunca Más a la Dictadura. Ese día empezamos a cinchar nuevamente con todo hacia el Futuro.




por Mario Rabey

Cuando escuché por primera vez esta canción, a principios de los ochenta, estábamos emergiendo de la pesadilla de la Dictadura Militar Terrorista. La Dictadura había cometido su última canallada enviando a miles de jóvenes obligatoriamente conscriptos a una aventura bélica irresponsable en las Islas Malvinas, donde cientos de ellos murieron y muchos más regresaron terriblemente traumatizados.

A León (que también cantó Sólo le pido a Dios: "que la guerra no me sea indiferente: es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente") lo recuerdo en esa época en una cúspide de lucidez y valentía, una zona donde lo acompañaba muy bien el Charly García de la Canción de Alicia, cantada en plena dictadura, como en la cara de la dictadura, mientras recién nos enterábamos de la cantidad de jóvenes que habían sido secuestrados, torturados, desaparecidos.

Ese día, en el IV Festival Buenos Aires Rock estuvieron también Pedro y Pablo (con su poderosa Marcha de la Bronca: "para el que maneja los piolines ... con el As de Espadas nos domina y cn el de Bastos entra a dar ... ay .... Bronca porque matan con descaro ... Bronca con los dos dedos en V"). Y otros.

Ese día le empezamos a decir Nunca Más a la Dictadura y al Terror de Estado.




La cultura es la sonrisa con fuerzas milenarias,
ella espera mal herida, prohibida o sepultada
a que venga el señor tiempo y le ilumine otra vez el alma.

Ay, ay, ay, que se va la vida
mas la cultura se queda aquí.

La cultura es la sonrisa que acaricia la canción
y se alegra todo el pueblo quien le puede decir que no:
solamente alguien que quiera que tengamos triste el corazón.

Ay, ay, ay, que se va la vida
mas la cultura se queda aquí.

Alto Nivel Cultural en Sudáfrica



La foto la hizo Víctor Caivano, quien autorizó especialmente a mano de mandioca para publicarla.

Víctor, un formidable fotógrafo argentino, comenta así la imagen:

happy guy dancing at khayelitsha township, south africa. "we got to be happy with what we have" he said with a huge smile. 
beautiful guy


A mí me hace recordar un tema de León Gieco:

La cultura es la sonrisa

La cultura es la sonrisa que brilla en todos lados:
en un libro, en un niño, en un cine o en un teatro.
Sólo tengo que invitarla para que venga a cantar un rato.
Ay, ay, ay, que se va la vida
mas la cultura se queda aquí.
La cultura es la sonrisa para todas las edades.
Puede estar en una madre, en un amigo o en la flor,
o quizás se refugie en las manos duras de un trabajador.
Ay, ay, ay, que se va la vida
mas la cultura se queda aquí.
La cultura es la sonrisa con fuerzas milenarias,
ella espera mal herida, prohibida o sepultada
a que venga el señor tiempo y le ilumine otra vez el alma.
Ay, ay, ay, que se va la vida
mas la cultura se queda aquí.
La cultura es la sonrisa que acaricia la canción
y se alegra todo el pueblo quien le puede decir que no
solamente alguien que quiera que tengamos triste el corazón.
Ay, ay, ay, que se va la vida
mas la cultura se queda aquí.

8 de diciembre de 2009

Alfredo Grande: Sueños Posibles - 11 y 12 de diciembre


El TERCER Unipersonal de,
y por ALFREDO GRANDE
SUEÑOS POSIBLES
(la continuación de la terapia por otros medios)
6 conferencias magistralmente delirantes…

COLABORACION: Rodrigo Cárdenas
ASISTENCIA DE DIRECCION Y DISEÑO GRAFICO: Paula Bernengo

PRE ESTRENO EN BUENOS AIRES
Viernes 11 y sábado 12 de Diciembre - 21 hs.
PULPERIA URBANA LAVIDADIRÁ
HIPOLITO IRIGOYEN 2150
(entre pasco y rincón)
RESERVAS: 4952 9355
lavidadira@gmail.com
DERECHO A ESPECTACULO Y CONSUMISION $30

AUSPICIA Y CONVOCA:
ATICO Cooperativa de Trabajo en Salud Mental

Ego Cogito y Ego Conqueror

por Daniel Chango Illanes

mano de mandioca publica aquí un importante texto de un académico y dirigente político sanjuanino, quien reflexiona sobre uno de los aportes más brillantes del gran filósofo mendocino y suramericanista Arturo Roig - en la foto, Mario Rabey junto al autor de la nota


La cuestión de la subjetividad, es decir del yo como principio objetivizante y dominador, tiene desde 1637 su instalación en la filosofía de Occidente, con la formulación del ego cogito cartesiano. Arturo Andrés Roig formula la relación entre el ego cogito cartesiano y el ego conqueror cortesiano. Lo dice con muy bellas palabras:

“…el ego cogito cartesiano nunca tuvo una sola cara, en cuanto que la posesión de la ciencia no le era ajena, en absoluto, a la posesión de la naturaleza y, con ella, esos seres a los que el colonialismo europeo bautizó con el nombre de “naturales”. Las Cartas de la Conquista de México (1519-1526), de Hernán Cortés constituyen, por eso mismo, algo así como la versión fáctica del Discurso del Método y el modo como, desde la tragedia, nos abrimos a la modernidad. El ego cogito cartesiano tuvo siempre a su lado, para nosotros en particular, el ego conqueror cortesiano. Cartesianismo y cortesianismo se nos dieron a la par y hasta podríamos decir que el primero nos llegó con la cara del segundo”.

[ROIG, Arturo Andrés: La filosofía en nuestra América y el problema del sujeto del filosofar, 2002 ]

Conviene plantear algunas cosas previas:
· El ego conqueror es anterior al ego cogito y no a la inversa. Cortés está antes que Descartes.
· Pero no todo ego conqueror es similar al ego cogito.
· Digámoslo con precisión: el ego conqueror existe desde mucho ante y en tiempos de la existencia y vigencia de otros macrosujetos históricos otras modalidades existenciales y otros despliegues temporoespaciales.
· Pero lo principal no está en señalar, en una u otra dirección, la proximidad entre ambos egos (conqueror y cogito). Está más lejos: es que para poder vencer al ego cogito primero hay que vencer al ego conqueror. Porque este anda todavía por el mundo. Más aún, se ha perfeccionado y ha hecho cada vez más intensas sus diversas manifestaciones.

Creo que primero hay que hablar de ego-nos, y desde ahí, en la profunda problemática de los nosotros que contornan y diferencian en temporoespacial a un ego, podamos encontrar el camino.

· Porque de lo contrario estaremos enfrentando al cogito pero no al conqueror. Y eso sería la madre de un gran error porque quizá de esa manera le estuviéramos ayudando al conqueror en su dominio sobre nosotros.

· En efecto, el ego conqueror pudo imponerse con facilidad allí donde no estaba el cogito, no estaba la posibilidad de un pensar autónomo, una definida subjetividad. Esta afirmación vale cuando nos referimos al enfrentamiento entre Cortés y Moctezuma.

· Autónomamente de todo principio basado en asuntos de moral o religión, autónomamente de toda piedad, y además, autónomamente de toda culpa, el ego conqueror personificado por Hernán Cortés destroza al sujeto de sujeción, es decir a la pasividad que se expresa en Moctezuma, pasividad que es consecuencia de la hybris de la culpa por violación de una preceptiva religiosa, o más aún, por la violación de un pacto con los dioses.

· Moctezuma está al medio y en pasividad desmesurada porque enfrenta sin decisión al otro y lo hace así porque está enredado en la verdadera existencia real del conflicto entre dos garantes metasociales: Quetzalcoatl y Huitzilopochtli.

· No es la guerra entre dos macrosujetos humanos. Es una guerra entre garantes metasociales. Lo individual posesivo no está en Moctezuma y en la formación humana que él representa. No puede separar al conqueror de la profecía de sus garantes metasociales. Y no sólo de la profecía sino del fatalismo. Hay un desastre que va a suceder fatalmente. Algo ha sido dicho ya. Está anunciado. Y el ego conqueror se presenta como consumación.

Es una cuestión destinal. Y el destino, según Hegel, es el principio de la acción puesto fuera. El destino se manifiesta, decimos, en eso que es una profecía en el sentido de anuncio de fatalidad, en el sentido de inexorabilidad.

Hay dos principios de la acción:

· uno puesto dentro: la libertad.

· otro puesto fuera: el destino.

Además:

· cuando hay sujeto en sentido activo la libertad se afirma y se plenifica.

· cuando hay sujeción hay pasividad, hay dependencia del destino.

Hegel dice que el hombre es libre porque así lo es desde el solo hecho de nacer, ¿pero eso vale más allá del Occidente europeo?

· en efecto: en lo que entonces se llamaba despotismo oriental no parecen presentarse las condiciones para la libertad. Sin embargo, la libertad, o el sujeto decidido a la libertad parecen haberse presentado en todas las formaciones, aún a despecho de un cierto destino aciago de ese comportamiento heroico. Nunca el sometimiento ha sido absoluto.

Por otra parte, hay una especie de presión destinal sobre el hombre de hoy, y esa presión destinal aparece como justificación o legitimación mítica de la crisis como castigo, como algo que inexorablemente tenía que ocurrirnos. Eso lo estamos viviendo hoy los argentinos y eso es quizá una de las connotaciones principales de la crisis: el hecho de que la veamos como destino oprobioso pero merecido, como purgación de una especie de culpa colectiva.

· ¿Es acaso un moctezumismo? ¿Es una forma sometida de situarnos frente al nuevo ego conqueror que nos quita capacidad para resistir?

Ahora bien: ¿no será que nos hace falta recuperar algo del cogito, ser también ego cogito nosotros para saltar de estos barrotes destinales hacia la libertad? ¿O el cogito es para los siempre conqueror, es decir ellos, y el destino siempre para nosotros?

¿Qué quiere decir en este contexto ego cogito en relación con ego conqueror? Quiere decir que el sujeto conoce para sí. Comoce para dominar la naturaleza, para ponerla a su servicio. Y en ese marco reduce a naturaleza dominable y explotable al hombre.

Es el cogito quien pone al sujeto de un lado y al objeto del otro, o más aún separa a sujeto dominador de un lado y objeto dominado del otro o es el cogito sumado al conqueror?

· ¿Es posible diferenciar aquello que es cogito puro de aquello que es conqueror puro?.

· Es posible diferenciar aquello que es cogito puro de aquello que es conqueror puro?

· ¿Se puede separar y diferenciar en esto lo cartesiano de lo no cartesiano? ¿En qué punto ambas cosas están juntas y desde dónde se separan?

Antes de responder a estas preguntas es conveniente ajustar la mira:

· Los mexicas eran un pueblo conquistador y guerrero. Expertos en vencer, dominar y sojuzgar pueblos. Eran una formación cuya modalidad existencial era superagónica. La superagonía supone que no puede sobrevivir la formación a la guerra. Sólo con la guerra la formación existe.

· Pero en su ego-nos, los mexicas no actúan autónomamente. Ellos no son el macrosujeto. Ellos son el instrumento, el sujeto en pasividad de un dios, un garante metasocial, guerrero insigne, que muere si no devora el corazón de sus enemigos. Ese macrosujeto es Huitzilopochtli.

· Moctezuma y toda la aristocracia mexica, para que no fenezca la formación, engañan al dios, o tratan de engañarlo, entregándole prisioneros obtenidos en una guerra arreglada.

· Moctezuma siente la culpa frente al dios guerrero. Pero es una culpa que no puede expiar. Moctezuma no tiene la libertad de expiar o no expiar. En consecuencia no puede deliberar entre libertad y destino.

Sigamos ajustando la mira: otro asunto que formula Roig es el del centrismo, o centralidad inherente al sujeto cartesiano:

“…todos los modos de ejercer la función de centro, es decir, de dominio, tales como son, entre los más resistentes, el logocentrismo, el androcentrismo, el etnocentrismo (el europeísmo es un etnocentrismo, ignorado hasta hace poco por los antropólogos colonialistas)”.
[ Ibídem ]

La centralidad del sujeto es el lugar desde donde controla, primeramente, su autodominio. NO podría dominar nada externo a él si no tuviera la centralidad del autodominio.

· El sujeto tiene libertad a partir de su centralidad. No tiene centralidad si está determinado desde un garante metasocial. Tenochtitlán es el centro de Huitzilopochtli. No de los mexicas. Ellos son parte del centro de Huitzilopochtli.

Logocentrismo, etnocentrismo, androcentrismo, derivan de patriarcalismo, según nos lo dice Roig:

“En todo momento e posible leer por detrás de las nuevas maneras de comprensión y de exploración de la conciencia que van mostrando los sucesivos momentos de crisis, una praxis que impulsa a reformular las relaciones clásicas establecidas entre conciencia y sociedad, conciewncia y cultura, conciencia y corporeidad, sobre las que se sostenía y se sostiene esa categoría omnicomprensiva, colocada en el centro mismo de la problemática de la sujetividad: nos referimos al patriarcalismo. Dentro de la larga y también trágica lucha contra la vigencia de este ideología ordenadora, Olympe de Gouges combatió, en 1791 al sujeto androcéntrico; el sujeto burgués fue enfrentado por Marx a partir de sus escritos juveniles de 1848 y ridiculizado más tarde, sangríamente en La ideología alemana; el sujeto filisteo, de tan antigua tradición, fue denunciado, en su versión moderna, por Nietzsche desde 1872; el sujeto de la conciencia autosuficiente se oscureció irremediablemente por obra de Freud, a partir de 1900. Todas ellas, formas diversas de sujetividad que se suponen y se complementan, que se interfieren y hasta se anulan en su conflictivos procesos, desde aquella macrocategoría que mencionamos, la de patriarcalismo”.
[ Ibídem ]

La centralidad patrialcal está en nuestra cultura occidental instalada desde tiempos muy antiguos. Nos viene tanto desde el Antiguo Testamento como de las formaciones indígenas. Me pregunto si no eran grandes patriarcas los conductores de pueblos indígenas resistentes, como Catriel, Pincén, y tantos otros.

Centralidad y dominio son parte del ego conqueror. Pero acaso, para resistir, ¿hay que partir de la excentricidad y el desapego? ¿Una moral hippie, un abandono de la sujetividad puede salvarnos?.

Roig propone la crítica y la entiende de la siguiente manera:

· Es una función contemporánea a los hechos.

· Tiene un orígen espontáneo.

· Es antes social que epistemológica.

· Es crítica de una racionalidad determinada, no de toda razón posible.

· Supone una constante descentralización del sujeto. La condición de la sujetividad es que el sujeto esté fuera de su centro.

“Así pues, un sujeto que sea capaz de una mirada ectópica, tenga fuerza para reformular un proyecto identitario, con una abierta actitud dialéctica, sin añoranzas ingenuas de una identidad perdida, sin la mitificación de la tierra, sin geocuturalismos aberrantes y sin el regreso a un pasado idealizado como lugar de refugio, todo esto y además, abierto a los aires de una mundialización en la que la humanidad no aparezca dividida mediante las dicotomías con las que nos hemos regido y nos han medido: Ortodoxia / Heterodoxia; Civilización / Barbarie; Progreso / Atraso; Desarrollo / Subdesarrollo; Globalización / Exclusión”.
[ Ibídem ]

Cuando decimos “mirada ectópica” podemos estarnos refiriendo a dos cosas:

· Una mirada sin ningún centro.

· Una mirada excéntrica, es decir con un centro por fuera del sujeto.

Ectópico quiere decir por fuera del lugar. Valga esta primera aclaración para destacar que en nuestra historia americana, siempre estuvo presente la ectopía.

· Por causa de esa recurrente y volvedora ectopía es que tenemos problemas de identidad.

· Y sin pasado irredento, sin nostalgia, sin tierra, sin geoculturalismos, sin lugar de refugio, no podemos recuperar nuestra identidad. Porque la identidad es un asunto cargado de historia y explorado en nuestra memoria y en nuestro pasado.

· ¿Y cómo pelear sin lugar de refugio, ya sea en el espacio o en el tiempo, o en lo temporoespacial?

No existe una mundialización neutra. Existe una mundialización que viene de lejos, donde hay diferentes manifestaciones del ego conqueror que la domina. Existe un imperialismo que renueva la astucia cortesiana y domina la razón cortesiana. Una mundialización que aprovecha las dicotomías que tanto angustian a Roig. Una mundialización que aprovecha que no seamos capaces de jugar usando de las dicotomías a nuestro favor. Una mundialización imperial y forzosa que incluso utiliza las ectópicas descentraciones antipatriarcales, como pasa con ciertas formas de feminismo que van contra las culturas resistentes del Imperio. ¿O acaso antes de destruir Afganistán no empezaron los norteamericanos a propagandizar contra la situación de la mujer en ese país islámico, utilizando esa propaganda como caballito de batalla que preparara a las sociedades occidentales contra los talibanes? ¿O acaso el imperialismo no trata de utilizar, a veces con éxito y a veces sin éxito, la conciencia de género como antitética de la conciencia nacional y la conciencia de clase?

· El ectopismo de Roig le da alas al sujeto del filosofar pero diluye en la excentricidad la construcción del macrosujeto resistente que libere a Nuestramérica. Me pregunto: ¿a este filosofar sobre Nuestramérica no le hace falta primero un ego guerrero previo, tal como a escala del otro-dominador hizo falta un Cortés ego conqueror antes que el cogito?

Y si el ego es guerrero, en el sentido espiritual y no meramente material, en sentido sustancial y no meramente instrumental, ¿de qué sirve un discurso ectópico? Porque para el conflicto que se viene y se anuncia hace falta una nueva centralidad. No hay un
espíritu combatiente sin centro, sin el pucara desde donde defendernosa, y desde donde pensar la guerra.

En su discurso, Roig termina por parecerse a las cavilaciones de Moctezuma. Reconozco en eso algo muy latinoamericano. Pero es una fuente de derrotas.

Habría que agregar alguna consideración sobre el tópico de la “mirada ectópica”.

· La vista no ve. Quien ve es el sistema nervioso central. Toda vista, y desde ahí toda mirada, es una actividad de un sistema nervioso central.

· Desde esa posición tengo que considerar una primera centralidad, que es la orgánica, la del sentido de la vista, que remite necesariamente al cerebro.

· ¿Una mirada ectópica realmente puede existir? Si lo ectópico es el abandono de toda centralidad, es posible que no. Es la ceguera absoluta. Creo, a partir de ahí, que no puede hablarse de mirada ectópica.

· Pero claro, lo otro sería decir que una cosa es una mirada, otra la vista, y otro el sentido de la vista. La vista es el aparato visual, sus componentes, sus órganos. El sentido de la vista es la actividad sensorial de ver, como cerebración, como parte del sistema nervioso central. La mirada es la consecuencia de todo lo anterior más la voluntad de mirar, más la luz, que es indispensable.

¿Podria llegar a decirse que los ojos miran para un sentido de la vista de otro sistema nervioso central? La óptica puede estar en una cámara fotográfica o en una filmadora. Pero la filmadora o la cámara fotográfica no tienen per se un sistema nervioso central. Son cosas. Son elementos protésicos. Prolongan, amplían, expanden la vista humana, y en efecto a ella le presentan el resultado de su función.

Una óptica protésica cualquiera puede expandir el alcance de la vista humana a niveles impensables. Algo similar ocurre con el hombre. Hay en él, también, una mirada protésica de otro, cuanto mira para la centralidad de otro dominador que ejerce sominio sobre él, como cuando lo hace sobre la cámara o la filmadora. Cuando miramos desde Occidente, nos volvemos prótesis visual del cerebro ajeno, vemos para otro, vemos para un centro ajeno.

Lo que no podemos decir es que miremos sin centro. Sencillamente porque es imposible.