Editor: Mario Rabey

6 de marzo de 2011

Wake Up en las calles de Madison, Wisconsin


por Manuel Alzina *


Hot dog

Hace unos días la prensa internacional y los políticos del mundo se declararon indignados por haber recibido el mote de perros por parte de Muamar Khadafi. Como es sabido, la palabra "perro" es en la cultura musulmana el insulto más despreciable que se le puede hacer a un hombre. El perro no es una mascota a la que dejen subir a la cama o traer el diario y al cual se les ocurra pasear por la Plaza Verde en Trípoli para pispear alguna mina u oler aire Mediterráneo. No, "perro" es el peor insulto ya que los canes son símbolo de suciedad e impureza. Algo así como la suela de los zapatos. Entonces me preguntaba si habrán sufrido indignación similar en sus cuerpos cuando Reagan llamo "perro rabioso" a Khadafi en 1986 y a esto le agrego un bombardeo "quirúrgico" en territorio libio que causó cientos de bajas civiles y heridos y entre ellos la muerte de una niña de 3 años: Jana Khadafi, hija del líder. Los muchachos son así. Te putean pero también te invaden. Y como en EEUU y en Occidente los perros son mascotas queribles y leales; con estrellas hollywoodenses de la talla de Rin Tin Tin o Lassie (que era todo un señor y viajaba en primera clase con asiento propio en los aviones), salvo que sean rabiosos entonces lo matan, para que muerto se acabe la rabia. American way of life, le dicen ellos.

No pudieron matarlo pero la rabia a Khadafi se le esfumó y hasta con el tiempo por ser tan dócil y amable con la exportación de petróleo y la importación de armas le dieron en 2003 a su país la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Hoy ya fueron expulsados y sancionados por violar los mismos derechos que protegían en todo el planeta. Además, la Corte Penal Internacional de la Haya ya instruyó al fiscal general, el argentino Moreno Ocampo, para que investigue sobre delitos de lesa humanidad en Libia. El premio Nóbel de la Paz de los Cementerios Barack Hussein Obama aplaudió la decisión y siendo coherente con su distinción tiene preparados los buques de guerra para descuartizar a Libia con la ayuda de la OTAN. Tienen inmunidad para matar ya que esa Corte no puede juzgar a ningún ciudadano norteamericano sin correr el riesgo de ser bombardeada como prometió Bush alguna vez. A lo sumo Obama recibirá algún día un zapatazo en la cabeza.

Blue dog

Este es el Obama 2.0, el que busca la reelección. Y para ganarle a los conservadores ha decidido ceder a sus promesas. La base en Guantánamo sigue vivita y coleando y el complejo militar sigue mandando. La derrota electoral de Barack en las legislativas del 2010 hizo temblar a los demócratas y envalentonó a los conservadores que igual perdieron la batalla por la Reforma del Sistema de Salud que fue aprobada, por la que la inmensa mayoría de sus ciudadanos recibirá atención médica. Eso sí, tardaron medio siglo más que la Argentina o Cuba, donde además el sistema es público y gratuito. Igual la reforma no es radical: EEUU seguirá priorizando la ganancia y el racionamiento del servicio médico según la riqueza.

Luego de la victoria del pueblo norteamericano, los Republican Party y el movimiento Tea Party volvieron a la ofensiva a lo Sinatra. Ya planean derogar la Reforma de Salud aprobada en 2010 si son gobierno. Para dicho objetivo y otros como la derogación de impuestos a la renta y el capital, se utilizaran todas las armas ya que en ese país parece que todos pueden tener una y por lo tanto todas son batallas. Y así lo entendió también Jared Lee Loughner quien vació su Glock 9 mm en Tucson, matando a 6 personas e hiriendo a otras 14 entre las que estaba Gabrielle Dee Giffords (la "Gabby") miembro de la Cámara de Representantes de los EEUU por los demócratas y parte del movimiento de centro "nuevos demócratas" y que en la jerga política son llamados "perros azules" por su fiereza en la defensa de la responsabilidad fiscal. Dicho atentado no fue catalogado de terrorista aunque el objetivo haya sido claramente la legisladora, quien ya había sufrido amenazas varias por su apoyo a la Reforma de Salud y era odiada por los conservadores quienes hicieron campaña llamando a dar en el blanco para ganarle a "la Gabby".

La ofensiva conservadora ha iniciado también otra batalla contra las libertades democráticas de sus propios trabajadores y organizaciones sindicales. Reducir el déficit del Estado mediante recortes de salarios, pensiones, beneficios de salud y derechos de negociación colectiva por los sindicatos del sector público. La manera americana de desarrollar su doctrina de choque, según Paul Krugman, es aprovechar una crisis (en este caso fiscal) para imponer una agenda que no tiene que ver con resolver esa crisis sino con imponer su visión de sociedad más severa, más desigual y menos democrática. Para lograr dicho objetivo se utilizarán estas y otras crisis fiscales para destruir el último gran contrapeso al poder político de los ricos y las corporaciones: los sindicatos. También dentro de la agenda está privatizar sectores de la economía y vender empresas sin licitación alguna. El Democratic Party, que contó entre sus filas con Roosvelt, Keneddy, Jimmy Carter y el oval Bill Clinton quiere volver a repetir el mandato de Obama pero para lograrlo tendrá que salir de la paradoja en la que está hasta las rodillas: la defensa de los derechos básicos de los ciudadanos norteamericanos y sus organizaciones (por principios o por mero cálculo electoral) y su política exterior imperialista que repite como perro que vuelve a su vómito el libreto de violar los derechos humanos del mundo para sostener su hegemonía resquebrajada.

Wake Up

La ofensiva conservadora por imponer su agenda tiene su cabecera de playa en Wisconsin a los que ya se han sumado Indiana y Ohio. No es casual que el epicentro de la batalla haya comenzado en el Estado que dio vida al “Republican Party” allá por 1900. El terruño que vio nacer a hombres tan disparares como Orson Welles y Joseph R. McCarthy es gobernado por Scott Walker, héroe de la derecha, estrella del Tea Party financiado y sostenido por el lobby industrial e ideológico de los liberales Big Brothers Koch, dueños de una fortuna solo superada por Bill Gates y Warren Buffet. “…El proyecto de ley (la agenda) no es negociable y será aprobado tal y como esta" declaró Jeff Fitzgerald, vocero de la Cámara de Representantes, a la prensa de Wisconsin. La dupla Scott y Jeff (cruel ironía del destino vivir en Wisconsin y ser fanático del viejo Scott Fitzgerald) han amenazado con despidos si la agenda no se aprueba pronto. Además Walker dejó en claro que su estado encabezará una ofensiva en todo EEUU que debilite a todos los sindicatos que hayan negociado excesivamente. Si Walker gana y pierden los trabajadores, su plan podría ser copiado por los otros 21 Estados gobernados por republicanos. Tienen su excusa para aplicar la doctrina del choque: los Estados enfrentan déficits de 125 mil millones de dólares a escala nacional en el próximo año fiscal y algunos están casi en bancarrota según declaró el joven Scott Walker. Hoy, además de Wisconsin, los conservadores han tomado medidas similares en Ohio, Tennessee e Indiana.

Paralelamente a la ofensiva conservadora ha surgido una masiva resistencia popular a dicha agenda conservadora. No son idiotas los demócratas ni los sindicatos (sostenes de ellos) ni mucho menos los miles y miles de ciudadanos que están en la calle desafiando a las autoridades. Obama anunció que el déficit fiscal para 2011 será de 1,65 billones (millones de millones) de dólares, el mayor desde la Segunda Guerra Mundial, por lo tanto si se pierde esta batalla, aunque Obama 2.0 logre la reelección portándose bien con el complejo militar, quedará claro quién pagará los platos rotos. Fue impactante observar, luego de romper el cerco desinformativo, como casi 70.000 personas se movilizaron en Wisconsin bajo la nieve y con una temperatura de 10 grados bajo cero. Michael Moore está fanatizado y al contrario de su clon argentino después del la contaminación con glifosato Jorge Lanata, se solidarizó con la lucha y se ha puesto a disposición de los jóvenes de los colegios secundarios para que rompan el cerco informativo de la Fox que les deja ver los Simpson pero los censura o los demoniza como violentos. Con delicada autocrítica generacional y exhaustivo análisis se enorgullece y se pone del lado de los jóvenes sin los cuales jamás hubiese triunfado Obama.

Claro que no solo los jóvenes resisten, están los sindicatos y las organizaciones civiles y hasta los bomberos pero es importante recalcar que así como los jóvenes y los sindicatos se han transformado en los principales actores para masificar la resistencia, también fueron estos (principalmente los jóvenes) los principales actores para la caída de los dictadores de Túnez, Egipto y por qué no quienes salieron a las calles a sepultar al neoliberalismo en lugares tan distantes como Argentina o Grecia. Rage Against the Machine (RATM), la banda musical americana de la cual Calle 13 aprendió algunas cosas, ofreció su arte a los ciudadanos en lucha de Wisconsin en recitales masivos. En las calles de Madison un verdadero Wake up (despertar) da fuerzas a los jóvenes para seguir luchando, alejándolos de la resignación; del Crack Up que las corporaciones ofrecen para seguir mandando; acercándolos a los luchadores de Latinoamérica y el mundo.


* Manuel Alzina es Secretario Adjunto de la CTA - Ciudad de Buenos Aires y referente local de la Agrupación Barrial Tupac Amaru

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