Editor: Mario Rabey

6 de abril de 2008

4 de abrilde 2008: 40 años del asesinato de Martin Luther King


por Mario Rabey
He recibido un mensaje de homenaje a Martin Luther King, donde se lo describe como "un Hombre que predicó la Paz y el Amor al Prójimo [...] su Martirio sirvio para impulsar su causa. Gracias a ello, los EE.UU. continuaron avanzando hacia una plena integracion de la comunidad negra con los otros sectores de la sociedad norteamericana. [...] esto es algo que no se puede decir de todas las culturas, y honra a la Nación Norteamericana.

En mi respuesta a ese mensaje, pido así:

un respeto más atento por la memoria de Martin Luther King. Yo lo considero uno de las grandes figuras de la Humanidad del Siglo XX, Y sin duda, uno de los más notables ciudadanos de los USofNA.

En primer lugar, no me parece apropiado caracterizarlo como "un Hombre que predicó la Paz y el Amor al Prójimo". No fue sencillamente un predicador, aunque obviamente predicaba con el ejemplo. Fue mucho más, en cantidad y en calidad. Fue un gigantesco luchador por los
derechos civiles de la población de origen esclavo afro en USofNA, que aplicó la metodología política de la no-violencia, metodología que había sido desarrollada varias décadas antes por Mohandas Karamchand (el "Mahatma") Gandhi, en la lucha del pueblo de la India para independizarse del Imperio Británico. King se inspiró en forma directa y explícita en Gandhi, al cual consideró su principal influencia, junto con Thoreau (¡otro de los notables ciudadanos de los USofNA!, en este caso del Siglo XIX). Thoreau había desarrollado un siglo antes la noción de desobediencia civil, que fue activamente aplicada y promovida tanto por Gandhi como por King. Thoreau desarrolló esa metodología a partir de su propia actitud (por la cual fue perseguido penalmente) de no pagar impuestos, porque desaprobaba dos grandes políticas públicas que en esa época llevaba adelante su gobierno: la guerra con México por la anexión de territorios y la legalidad de la esclavitud.

En segundo lugar, de ninguna manera se puede afirmar que los USofNA, desde la década de 1960, "continuaron avanzando hacia una plena integración de la comunidad negra con los otros sectores de la sociedad norteamericana".

Al respecto, me permito citar extensamente un párrafo del libro del notable profesor de sociología (en la Universidad de California en Berkeley) y director de la revista Ethnography,
Loïc Wacquant (2006), Parias urbains: Ghetto, banlieues, État. La cita está tomada de la traducción española, publicada en 2007 en Buenos Aires por la Editorial Siglo XXI, con el título Los condenados de la ciudad: Gueto, periferias y Estado.
"Si uno pasea por la calle 63 en Woodlawn, en el South Side de Chicago, a un par de pasos del próspero campus de la Universidad de Chicago, a lo largo de la que alguna vez fue una de las arterias comerciales más animadas de la ciudad, se descubrirá allí un paisaje lunar que se repite con una monotonía siniestra en todos los guetos negros de Norteamérica: desde Harlem y Brownsville en Nueva York, hasta Camden en New Jersey, sobre el East Side de Cleveland y de Detroit, e incluso en Roxbury en Boston y en Paradise Valley en Pittsburg. Edificios abandonados, terrenos baldíos cubiertos de desperdicios y basura, calles deterioradas, fachadas de templos religiosos destruidas y edificios carbonizados de comercios se alinean por kilómetros y kilómetros en esas zonas desheredadas que las autoridades han dejado para que se pudran en pie tras los grandes disturbios de los años sesenta." (trad. española: pp. 71-72).

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