“¡Hola! ¿Cómo viene la mano?". Billy Bond saluda siempre con esa frase.
Puede ser que la mano venga "de arriba y con fuerza" (signo de que las cosas marchan bien) o "de abajo y liviana" (signo de todo lo contrario).
Pero a los cinco minutos de hablar con él las palabras ya no funcionan como todos los días. "Hacete un venite hasta el ensayo. Vas a ver qué misterioso viene".
Y sin embargo no hay problemas para entenderse. El mundo de Billy se comunica, es cariñoso, original, enseguida conquista. Es un mundo donde cualquiera (por lo menos cualquier JV) se siente cómodo.
— ¿Cuáles son las cosas que más querés, Billy?
— John Lennon, Paul McCartney, Ray Charles, los pantalones "bondi", las milanesas a la napolitana. Todo lo moderno.
— ¿Qué tienen de moderno las milanesas a la napolitana?
— Bueno, ¡pobre de vos si llegan a ser antiguas!
— ¿Cómo son los pantalones "bondi"?
— Los que uso ahora: ajustados hasta pasar la rodilla y muy anchos abajo, acampanados. Es una mano que vino de Londres.
— ¿Cómo es lo moderno? ¿Cómo lo reconocés?
— Muy fácil. Es todo lo que sea ir para adelante y crear cosas nuevas.
— ¿A las cosas viejas hay que destruirlas?
— No, hay que restaurarlas, como a los cuadros. Tienen que dar paso a las cosas nuevas y admitirlas, pero también tienen su valor.
Además, no hay que dejarse confundir por la época. Ahí lo tenés a Gardel, por ejemplo. Es moderno, tiene un swing bárbaro. ¿No lo escuchaste nunca a Gardel?
Además de los pantalones "bondi", Billy tiene puesta una camisa verde brillante y en el reloj usa el famoso "cinturino" gigante, la correa anchísima que ahora está en onda. Interrumpe el diálogo para "hacerse un venite" hasta donde ensayan "Los Maquis", su cuarteto acompañante. Entonces se convierte en todos los instrumentos. Salta de la guitarra eléctrica a la guitarra criolla, tararea, marca el ritmo de la batería con las manos y los pies, hace los ruidos más raros y gráficos. "Bum-da dao", "bam-bam-bam", "un, dos, tres, cuatro, yeah” “poum-poum-poum”.
Después vuelve. Sonriendo, bien educado, al parecer nada "rebelde".
— ¿Cuáles son las cosas que te resultan más difíciles de hacer?
— Levantarme temprano. Bailar. Las reuniones de familia. Vestirme como todo el mundo.
— ¿Qué es lo que más recordás de tu infancia?
— Una pelota gigante que se me cayó al mar cuando venía de Italia a los cinco años (juro que es cierto).
— ¿Es verdad que una vez te teñiste el pelo para parecerte a Elvis Presley?
— Sí. Total, nadie podía darse cuenta. Porque ¿quién se va a teñir el pelo de negro? Únicamente un loco.
— ¿Qué es lo que más récordás del mes pasado?
— Que en Brasil una piba me hizo apagar el cigarrillo en una carpeta donde tenía nada menos que una foto de Roberto Carlos. Y conste que decir allá Roberto Carlos es como decir "Brasil" a secas.
— ¿Los brasileños no te quisieron comer cuando te oyeron cantar en español las cosas de é!?
— Al contrario, los chicos trataban de cantar como yo y les causaba mucha gracia la pronunciación. Considerando que no me conocían, fue un éxito completo. Me haré otro venite dentro de un par de meses para actuar en Sao Paulo en el show de Edoardo Araujo.
— ¿Tenes auto?
— ¿Y a vos cómo te gustaría que lo tuviera?
— Se dice que te vas a comprar uno y lo vas a pintar como Los Beatles.
— Estoy por tener un Mercedes sport con grandes faros. Pero solamente le voy a pintar dos grandes escudos pop en las puertas.
— Háceme un inventario de tu vestuario.
— Tres pares de botas de taco alto (dos de media caña y uno de vaqueras). Un traje militar tipo Mao. Un traje de chaqueta larga de diez botones y pantalones "bondi". Otros dos pantalones "bondi". Un piyama y dieciocho camisas de colores.
— ¿Qué pensás del último LP de Los Beatles?
— Viva John Lennon.
— Decí algo más.
— "Cuando tenga 64 años".
— ¿Fumas mucho?
— Sí, cuando fumo.
— ¿Bebés mucho?
— Sólo coca-cola y naranjada.
— ¿Cuál es tu personaje de historietas favorito?
— El primo inventor del Pato Donald.
— Hablanos de la bomba que está por explotar en la plaza en cuanto la banda pase.
— ¿Me querés hacer un colaborando para que me compren el disco? Bueno, así se llama tema que traje de Brasil y que en este momento voy a grabar. Según dice la letra, "la bomba es la guerra, miseria y destrucción", y eso está de acuerdo con la mano en la que estoy ahora. Fíjate lo que dice en mi viola: "Guitarras contra la guerra".
— ¿Lo copiaste de tus paisanos italianos?
— Sí. Acá no hay guerra, pero esto es como una especie de vacuna. La juventud del mundo está en esta campaña, y yo también lo estoy.
— ¿Crees que las canciones pueden cambiar el mundo?
— No del todo, pero sí mejorarlo.
La grabación empieza y nos batimos en retirada. Ahora sí que" la bomba de la plaza está por explotar en cualquier momento. Pero por suerte en forma de hit musical.
Quien no conoce a Billy Bond no sabe sin duda lo que es la franqueza, la sinceridad: Sentado ante nuestra mesa de trabajo en conversación amena y sin protocolo, fuimos penetrando en su mundo, no el rebelde y desprejuiciado sino en el auténtico, el de la humildad, el del trabajo, el de la sencillez.
Billy Bond no es un novato, le llevó años imponer su estilo, brindándose con toda el alma por conseguirlo y a fe que lo ha logrado. Es de los pioneros, de los que debían jugarse en la calle, o ante el público de un teatro para imponer una nueva modalidad. Una modalidad que de ningún modo era rebeldía para con la sociedad, sino una forma de vivir, de sentir, de brindarse y realizarse por su propia determinación. Pero no nos pongamos serios que el motivo de esta nota es el de dar un pantallazo sobre sus actividades, tal como sus "fans" lo solicitan. Mucha televisión, Escala Musical en Canal 11, Galanterías en el 9, pero lo que demuestra su popularidad, es que en estos momentos en un teleteatro, (Con Venganza), también en Canal 9, Emilio Ariño encarna a Billy Bond e incluso canta uno de sus temas. Para el disco, su último hit, "Judy disfrazada en la calle" que indica su constante renovación, esta alcanza también a su acompañamiento que está compuesto ahora de ocho músicos, cuatro más que antes. El equipo amplificador, los micrófonos y parte del decorado con que actúa son suyos, montar su espectáculo cuesta en estos momentos alrededor de $ 1.500.000 lo que da una idea de la importancia de sus presentaciones. ¡Adelante Billy! Sigue así, que más que tus triunfos lo que te admiramos es la lealtad que tienes contigo.
El reportaje fue originariamente publicado en la revista JV
Lo reproducimos de la publicación en el excelente blog Berisso Blues del amigo Osvaldo Drozd
2 de agosto de 2010
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