Alejandro Medina: Un Ángel de Leyenda

UN ANGEL

Un ángel, quien sabe que es un ángel
aquel que ha visto un ángel
sabe como es
Un ángel, mi hijo es un ángel
mi hembra es un ángel
así es como yo sé
No hace falta ser un hombre bueno, para verlo
ser honrado, religioso o banquero, ja, ja, ja
hace falta que el hombre abra el alma
y mire al cielo, tal vez así pueda verlo


En el video: Alejandro Medina con Lito Vitale y Jorge Pinchevsky




El "negro" Medina nació un 1º de noviembre, en el tradicional barrio de Almagro y a los 10 años de edad le pidió a su padre que le comprara una trompeta. De manera que, con ese primer instrumento, Alejandro comenzó lo que algún tiempo se transformaría en su vida, en su misma sangre: la pasión por la música.

A los 14 años cambia vientos por cuerdas, pocas, cuatro para ser precisos. Es entonces cuando se cuelga su primer bajo al hombro y conforma el grupo que algún memorioso recuerda como "The Seasons" junto a Carlos Mellino y en 1965 graba su primer disco que sale por Microfon.

Luego de un período donde supo atronar el mítico Di Tella, reducto de arte moderna, donde hacía música experimental para obras teatrales, fue asiduo frecuentador de "La Perla", "El Moderno" y "La Cueva". Tocaba ahí con The Seasons y con Nacho Smilari haciendo zapadas. En ese reducto fue donde conoció a Moris y Litto Nebbia, entre otros.

A los 18 años (1968) el destino lo junta con Claudio Gabis y Javier Martínez y forman una banda que en primera instancia iba a llamarse "Ricota" por aquello de Cream según la artista plástica Marta Minujin. Y por "cómo viene la mano", frase inventada por los primeros rockeros argentinos, se llega el nombre que marcaría el inicio del rock y blues en castellano, Manal.

El debut oficial del grupo fue el 12 de noviembre de 1968 en la sala Apolo, donde en ese momento también se presentó oficialmente el sello discográfico independiente Mandioca la Madre de los Chicos, creado por Jorge Álvarez, Pedro Pujó, visionarios productores de la época.

Fuente: Mágicas Ruinas