Rigurosamente hablando, no es un himno ... porque los himnos son bélicos y es necesario terminar con la infiinita guerra palestino - israelí, que solamente conduce a muerte, infelicidad, angustia, fundamentalismo (islámico y judío, acompañado con el fundamentalismo cristiano en la Metrópoli Imperial, USofNA) y deprivación cultural.
Es una canción, cantada por palestinos y judíos. Una canción bicultural, como corresponde y, entonces, bilingüe.
Por la Paz en Palestina-Israel. Por una paz justa para una sociedad que se merece una Nación pluricultural. Una Nación con dos Pueblos.
No es fácil, como lo ilustra la viñeta del genial Alberto Montt, donde el Diablo y Dios conversan sobre el tema.
13 de julio de 2010
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