por Lawrence Lessig
“Tenemos que reconocer que nuestros hijos son diferentes a nosotros. [...] Nosotros hicimos cintas con mezclas, ellos mezclan la música. Nosotros vemos la televisión, ellos hacen televisión. Es la tecnología lo que los ha hecho diferentes. Y cuando vemos lo que esta tecnología puede hacer, tenemos que reconocer que no se puede matar el instinto que la tecnología produce, solo podemos criminalizarlo. No podemos evitar que nuestros hijos la usen, solo podemos volverla clandestina. No podemos volver a nuestros hijos pasivos una vez más, solo podemos volverlos “piratas”. ¿Y es eso bueno? Vivimos en este extraño tiempo, una especie de edad de las prohibiciones, donde en muchas áreas de nuestras vidas vivimos en contra de la ley. Las personas comunes viven la vida en contra de la ley, eso es lo que somos y lo que le estamos haciendo a nuestros hijos. Ellos viven la vida sabiendo que la viven por fuera de la ley. Esa compresión, es sumamente corrosiva, extraordinariamente corrupta. Y en una democracia, debemos ser capaces de hacerlo mejor. Hacerlo mejor, si no es por una apertura de las empresas, al menos para ellos“
26 de octubre de 2009
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