Editor: Mario Rabey

28 de junio de 2008

OTRO CAMINO: una propuesta

CONTRA EL HAMBRE Y LA INFLACIÓN

¡SÍ A LAS RETENCIONES PARA UNA CANASTA BÁSICA SIN IVA!

Las retenciones son un gravamen a las ganancias extraordinarias de los sojeros y son por lo tanto legítimas. Además estabilizan los precios internos, no porque lo diga el gobierno es falso. Pero es un derecho del pueblo discutir a qué se destinan. El gobierno propone construir hospitales y centros de salud, viviendas populares y caminos rurales. No estamos en desacuerdo con estas obras, por el contrario son positivas, sin embargo es de mucha más rápida implementación, y una demostración de que no se trata sólo de palabras, equipar y proveer de insumos a los actuales hospitales y centros de salud, ya que muchos de ellos están en malas condiciones y desabastecidos.

Una política que pretenda mejorar la calidad de vida de millones de habitantes de nuestro país debe comenzar por eliminar el IVA a los alimentos, medicamentos y a los productos de primera necesidad, ya que ello repercutiría en una rebaja de sus precios y de esta forma asegurar una canasta básica con todos los productos necesarios. Queremos que la canasta se integre con todos los productos y no sólo con algunas marcas ya que tenemos experiencia que, de no ser así, traería como consecuencia productos de primera para los ricos y de segunda para el pueblo.

Las retenciones se deben emplear, también, para aumentar el salario mínimo, las jubilaciones y pensiones y en apoyo a los desocupados.

El sistema impositivo debe ser más justo. Los impuestos deben recaer sobre las ganancias de los financieros, de la minería, de las empresas petroleras y privatizadas, de los capitalistas agrarios y los rentistas. Éstos en algunos casos están liberados de pagar varios impuestos y en los casos en que pagan éste es muy bajo. Por el contrario, actualmente el sistema impositivo está basado en impuestos al consumo, como el IVA, y en impuestos a los sueldos que el gobierno pretende que son ganancias. Por esta forma injusta de recaudar impuestos pagan, proporcionalmente a sus ingresos, más los que menos tienen.

El Parlamento debe discutir no solamente el proyecto gubernamental de retenciones, sino los que presente la iniciativa popular. Pero, además, el debate debe salirse de los marcos institucionales y abarcar al conjunto de los trabajadores que somos los convidados de piedra en todo este proceso.

La fecundidad de nuestras tierras, el clima, la biodiversidad, los ríos y arroyos no son de los propietarios privados, no provienen de ninguna inversión, los ha provisto la naturaleza, por lo tanto son del pueblo de la nación argentina. Como esto es así, la agricultura, la ganadería y todos los productos de la tierra, deben asegurar, en primer lugar, trabajo y alimentos al conjunto del pueblo del campo y la ciudad. En segundo lugar aportar al desarrollo industrial e integral de la nación para bienestar de toda su población y no ganancias extraordinarias, a los exportadores, financieros y rentistas, ni a las grandes transnacionales exportadoras, que las utilizaran para gastos suntuarios y no para el desarrollo.

La producción agropecuaria debe asegurar que todos los habitantes del país dispongan de alimentos diversificados, buenos y baratos. Debe evitarse el monocultivo de soja, que no es un alimento para los humanos sino que se utiliza en un 95 % como forrajes de exportación. Debe garantizarse la producción de trigo para el pan de nuestras familias, la producción de leche para nuestros niños, la producción de carne que ha sido el alimento básico de los argentinos desde hace muchas generaciones. El país no puede ser un simple exportador de soja forrajera, como quiere el imperialismo, que se reserva la comercialización monopolista de los alimentos.

Todo esto debe ser discutido en asambleas, en cada centro de trabajo o de estudio y en los barrios. No solamente la necesidad de que se apliquen retenciones móviles, sino también que todos los grandes capitales paguen impuestos. Que se restablezcan las Juntas Nacionales de Granos y Carnes. Que se implemente un plan de producción rural que garantice precios justos a los pequeños productores de alimentos (trigo, maíz, oleaginosas, frutas, verduras) para abastecer el mercado interno. Que impida el desmonte y la deforestación del país por los capitalistas sojeros y fomente las zonas más necesitadas del interior.

¡Aumento del Salario Mínimo, de las Jubilaciones y Subsidios al Desempleo!

¡Enfrentar el desabastecimiento y la especulación!

¡Rechazar la extorsión de los capitalistas agrarios que nos encarecen los alimentos y se niegan a pagar de impuestos!

¡Alertar sobre las posibles concesiones del gobierno a quienes ponen sus ganancias por encima de la salud y la alimentación de los trabajadores!

OTRO CAMINO

para superar la crisis

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porOtroCamino@gmail.com

1 comentario:

Greta dijo...

Estoy de acuerdo con vos.