Barreiro, un cacique Ranquel de San Luis, se abraza con Alberto Rodríguez Saá, candidato a presidente, en el marco de su campaña electoral.
La foto fue tomada de Página 12 de hoy (12 de octubre).
Algunas preguntas para mis pacientes lectores -y para mí-:
- ¿Qué es un indio? (u "originario", como se dice ahora)
- ¿Cómo es eso de que ahora hay "ranqueles"? Hasta 1994 se los daba por extinguidos, luego de la época de Roca, y lo que quedaba de ellos era su recuerdo, fijado en "Una excursión a los indios ranqueles", de Lucio V. Mansilla. Según se narra en Wikipedia, se aliaron a las fuerzas de Felipe Varela durante la rebelión contra la Guerra del Paraguay y el Gobierno Central. Tras la captura de Pincén, los ranqueles fueron reducidos durante la Conquista del Desierto, ocupándose sus tierras. Una interesante visión del tema puede verse en una nota de María Rosa Lojo publicada en 1997 en Ciencia Hoy. Y en monografías.com, hay un estudio muy erudito sobre el "ocaso de los ranqueles".
- ¿Qué relación hay entre la Reforma Constitucional de 1994 y la abundancia de toda clase de poblaciones preexistentes ahora?
- ¿Los ranqueles son (existen) hoy para los Rodríguez Saá? ¿O son para sí mismos -¿Barreiro? ¿O son para nosotros? (los no originarios -que somos originarios de algún lado, se supone, pero ese es otro tema-). Y preguntarse más sobre esta existencia, invito a leer el extraño texto que se incluye como anexo.
Anexo documental:
LA TRADICION ABORIGEN Y SUS CEREMONIAS (2004)
El año nuevo, una antigua celebración de la comunidad ranquel
El año nuevo ranquel es una ceremonia que durante siglos se repitió en el vasto territorio que ocuparon los ranqueles y a pesar de su antigüedad, se trata de una celebración que año a año renuevan los descendientes de esa ancestral comunidad, enraizada con los orígenes de Villa Mercedes.
Dos especialistas de la cultura de esa antigua etnia, Darío Ariel Franzini y Marcela Rodríguez, estuvieron presentes durante esa antigua y significativa ceremonia, que reunió a congregaciones de las comunidades ranquelinas de las provincias de San Luis, La Pampa y Córdoba.
El encuentro se realizó el pasado 24 de junio, en la localidad pampeana de Leuvucó, la capital del imperio ranquel y lugar donde descansan los restos de Mariano Rosas.
En esa oportunidad también participó por primera vez la comunidad ranquel de Justo Daract.
Producto de sus investigaciones, Ariel Franzini y Marcela Rodríguez escribieron el libro "Los ranqueles hacedores de nuestra identidad", que presentaron el año pasado. Además ése fue el título de varias conferencias que los autores brindaron en la ciudad. En su obra, los autores abarcaron diferentes aspectos del pueblo ranquel, desde las diferentes concepciones sobre sus orígenes hasta las distintas expresiones de su cultura.
La celebración de la llegada del año nuevo ranquel comenzó el miércoles 23 en horas de la noche con una comida a la que sucedió una pequeña ceremonia para despedir el año viejo, a cargo de una machi, tataranieta de Panguitru Neggr (Mariano Rosas). En esa ocasión, los loncos (caciques) más representativos de las diferentes comunidades que participaron de la celebración pronunciaron una serie de discursos, incluido un mensaje del loncoche de todas las comunidades, de apellido Campú. En esa instancia de la ceremonia participó el lonco de la comunidad Manuel Baigorria de Justo Daract, Manuel Barreiro, cuyos integrantes pudieron viajar gracias a la colaboración del Gobierno de la Provincia y la Municipalidad de Justo Daract.
"El lonco Yancamil envió cálidos saludos al gobernador Alberto Rodríguez Saá y recordó su ascendencia ranquelina por el lado de Feliciana, esposa de Juan Saá", comentó Ariel Franzini.
Concluidos los mensajes, la despedida del año viejo ranquel prosiguió con distintas danzas como el "Choique purrum", con instrumentos autóctonos como pifilcas, cultrunes y tutrucas. Las danzas transcurrieron hasta el amanecer, cuando según la cultura ranquel llega el año nuevo "con los primeros rayos del sol".
Ariel Franzini contó que en ese momento de la celebración, las ceremonias consistieron de un guillatum (una ceremonia rogativa), en homenaje a Futachao (Gran Padre); un rehue con el caldén (huitru), considerado por los ranqueles como el árbol sagrado, y un fuego frente al cual los participantes pidieron sus deseos.
Cada integrante de la comunidad ranquel, girando alrededor del fuego de derecha a izquierda, colocó una rama para avivar el fuego.
Ariel Franzini precisó que en la ceremonia no se permiten realizar filmaciones ni tomar fotografías y en muy raras ocasiones se permite la presencia de personas sin descendencia ranquel.
Durante la llegada del año nuevo, la comunidad agradeció a Futachao "todo lo entregado terrenalmente", y después de ese momento compartieron un desayuno.
Ariel Franzini, adelantó que este año, la comunidad ranquel de la ciudad de Justo Daract tiene previsto realizar una ceremonia ranquel con la presencia de delegaciones de otras ciudades.
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