Editor: Mario Rabey

10 de diciembre de 2011

La Crisis Griega: un intercambio de cartas


Traído del excelente Blog de Atilio Borón



ESCLARECEDOR INTERCAMBIO DE CARTAS ENTRE UN ALEMÁN Y UN GRIEGO A PROPÓSITO DE LA CRISIS GRIEGA.
Hace unos meses, el semanario alemán Stern publicó una Carta Abierta dirigida a “Queridos griegos” por un ciudadano alemán de nombre Walter Wuellenweber. La respuesta del griego clarifica algunas cuestiones que la prensa hegemónica en Europa y Estados Unidos se encargó de ocultar (entre otras, la complicidad de varios bancos de inversión y consultoras de “prestigio internacional” en dibujar los números de las cuestas fiscales griegas) y demuestra que al igual que tantos otros países, entre ellos los de Nuestra América somos acreedores y no deudores de las viejas potencias coloniales que nos sumieron en el atraso y la dependencia. Cabe recordar que Francia no devolvió a Haití las enormes sumas que este país pagó a su metrópolis colonial,desde 1804 hasta 1947, por haber tenido la osadía de declarar su independencia y abolir la esclavitud; y que Estados Unidos ha desconocido los fallos de la Corte Internacional de Justicia que le obligan a pagar una fuerte indemnización a Nicaragua por haber bloqueado con minas submarinas sus puertos durante la década sandinista, y que se resiste siquiera a sentarse a conversar con las autoridades de Hanoi las reperaciones de guerra que debería pagar por haber agredido y devastado durante once años a Vietnam ... El gobierno de Angela Merkel es fiel heredero de esta nefasta tradición del imperialismo.

La carta de Wuellenweber decía lo siguiente:
Queridos griegos: 

Desde 1981 pertenecemos a la misma familia.
Nosotros, los alemanes, hemos aportado como ningún otro al Fondo común, cerca de 200 mil millones de  euros, mientras que Grecia ha recibido cerca de 100 mil millones de esa suma, o sea la mayor suma per cápita que ningún otro pueblo de la Unión Europea. Nunca ningún pueblo ayudó hasta ahora voluntariamente hasta este grado a otro y por tanto tiempo. (clic abajo en Más información)

Son ustedes, sinceramente, los amigos más caros que tenemos. El caso es que no solo ustedes se engañan a sí mismos, sino que también a nosotros. En esencia, nunca demostraron ser merecedores de nuestro Euro. Desde su incorporación como moneda de Grecia, nunca lograron hasta ahora cumplir con los criterios de estabilidad. Dentro de Unión Europea son el pueblo que gasta las mayores sumas en bienes de consumo. Ustedes descubrieron la Democracia, entonces deben conocer que se gobierna a través de la voluntad del pueblo, quien finalmente tiene la responsabilidad. No digan entonces, que solo los políticos son responsables del desastre. 
Nadie los obligó a evadir durante años impuestos, oponerse a cada política coherente para reducir el gasto público y nadie los obligó a elegir los gobernantes que han tenido y tienen. Los griegos son quienes nos han mostrado el camino de la Democracia, de la Filosofía y de los primeros conocimientos de Economía Nacional. Pero ahora nos muestran un camino equivocado. Y donde ustedes ya han llegado, no va más allá!!
Cordialmente,

Walter
 
A la semana siguiente, STERN publicó esta respuesta de un griego, dirigida a Wuellenweber, y que días antes había sido publicada por el periódico griego Athens Plus:

Querido Walter:
Me llamo Georgios Psomás. Soy funcionario público y no“empleado público” como despectivamente, como insulto, se refieren a nosotros mis compatriotas y tus compatriotas. Mi sueldo es de 1.000 euros por mes ¿eh? no vayas a pensar que son por día, como te quieren hacer creer en tu país. Fijate que gano una cifra que ni siquiera es inferior en 1.000 euros a la tuya, que es por varios miles.

Desde 1981, tenés razón, pertenecemos a la misma familia. Solo que nosotros les hemos concedido en exclusividad a Uds un montón de privilegios, como ser los principales proveedores del pueblo griego de tecnología, armas, infraestructura (2 autopistas y dos grandes aeropuertos  internacionales), telecomunicaciones, productos de consumo, autos, etc. Si me olvido de algo perdóname. Te señalo que dentro de la UE somos los mayores importadores de productos de consumo que elaboran las fábricas alemanas.

La verdad es que no hacemos responsables solo a nuestros políticos por el desastre de Grecia. También contribuyeron mucho algunas grandes empresas alemanas, las que pagaron enormes coimas (o “mordidas”) a nuestros políticos para asegurarse los contratos, para vendernos de todo, hasta unos cuantos submarinos fuera de servicio, que puestos en el mar quedan tumbados de costado.

Yo sé que aún no das crédito a lo que escribo. Tenéme paciencia, esperá, lee toda la carta y si no llego a convencerte, te autorizo a que me eches de la Eurozona, ese lugar de la VERDAD, de la PROSPERIDAD, de la JUSTICIA y de lo CORRECTO.
Walter, estimado Walter, pasó más de medio siglo desde que la Segunda Guerra Mundial terminó, ES DECIR MÁS DE 50 AÑOS, desde la época en que Alemania debería haber saldado sus obligaciones con Grecia. Estas deudas, QUE SOLO ALEMANIA hasta ahora se resiste a saldar con Grecia, (ya que Bulgaria y Rumania han cumplido en pagar las indemnizaciones estipuladas), consisten en:

1. Una deuda de 80.000.000 de marcos alemanes por indemnizaciones, que quedó impaga desde la Primera Guerra Mundial

2. Deudas por diferencias de clearing, en el período entreguerras, que asciende hoy en 593.873.000 dólares USA.

3. Los préstamos obligados que contrajo el III Reich a nombre de Grecia durante la ocupación alemana, que ascendieron en 3,5 mil millones de dólares durante todo el período de ocupación.

4. Las reparaciones que debe Alemania a Grecia, por las confiscaciones, persecuciones, ejecuciones y destrucciones de pueblos enteros, rutas, puentes, líneas ferroviarias, puertos, que produjo el III Reich, y que según lo dictaminado por los tribunales aliados, asciende a 7,1 mil millones de dólares, de los cuales Grecia no vio un billete aún.

5. Las inmensurables reparaciones de Alemania por la muerte de 1.125.960 griegos (38.960 ejecutados, 12.000 muertos como daño colateral, 70.000 muertos en combate, 105.000 muertos en los campos de concentración en Alemania, 600.000 muertos de hambre, etc. etc.)

6. La tremenda e inmensurable ofensa moral ocasionada al pueblo griego y a los ideales humanísticos de la cultura griega.

Sé que no te debe gustar para nada lo que te escribo. Lo lamento. Pero más me molesta lo que Alemania quiere hacer conmigo y con mis compatriotas. Amigazo Walter, en Grecia operan 130 empresas alemanas, dentro de las cuales se incluyen todos los colosos de la industria de tu país, las que tienen ganancias anuales de 6,5 mil millones de euros.

Muy pronto, si la cosa sigue así, lamentablemente no podré comprar más productos alemanes, porque cada vez tengo menos dinero. Yo y mis compatriotas crecimos siempre con privaciones, por lo cual lo podremos aguantar, no te hagas problema. Podemos vivir sin BMW, sin Mercedes, sin Opel, sin Skoda.

Dejaremos de comprar productos de Lidl, de Praktiker, de IKEA. Pero Uds, Walter, ¿cómo se las van a arreglar con los desempleados que dejará esta situación, tal vez hasta tengan  bajar su standard de vida, sus autos lujosos, sus vacaciones al exterior, sus excursiones sexuales a Tailandia? 

Uds (alemanes, suecos, holandeses, y restantes “compatriotas” de Eurozona) pretenden que nos vayamos de Europa, de la Eurozona y no sé también de donde más.

Creo firmemente que debemos hacerlo, para salvarnos de una Unión que es una banda de especuladores financieros, un equipo en el cual solo jugamos si consumimos los productos que ustedes nos ofrecen: préstamos, bienes industriales, bienes de consumo, obras faraónicas, etc.

Y finalmente Walter, debemos “arreglar” otro tema importante, ya que vos también, sos deudor de Grecia: ¡EXIGIMOS QUE NOS DEVUELVAN LA CIVILIZACIÓN QUE NOS ROBARON!!!

*Queremos de vuelta a Grecia las inmortales obras de nuestros antepasados, que guardan en los museos de Berlín, de Munich, de París, de Roma y de Londres.” 
¡Y EXIJO QUE SEA AHORA!! Ya que si me muero de hambre, me quiero morir al lado de las obras de mis antepasados
Cordialmente

Georgios Psomás

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