Editor: Mario Rabey

30 de junio de 2009

Elecciones: empate entre "kirchnerismo" y neo-radicalismo. Tercera, la nueva derecha.


Como hubo elecciones en Argentina el domingo pasado, es necesario reflexionar. Para ello, selecciono este cuadro que publica el diario Clarín.

Recomiendo leer la nota, escrita por la periodista Alejandra Gallo, que da algunas precisiones adicionales. Incluyendo cómo se construyó el cuadro.

Las cifras son bastante claras. Hubo un empate entre el kirchnerismo gobernante y el pan-radicalismo de la UCR y Carrió, con una levísima ventaja para el primero.

Tercera, bastante lejos, quedó la nueva derecha de Macri-De Narváez.

Cuarto, el PJ "no kirchnerista".

Quinto, el centro izquierda clásico.

La izquierda clásica, muy lejos.

Un analista politológico clásico -por ejemplo, al estilo Torcuato Di Tella- sumaría los votos del kirchmerismo y la centro izquierda. En este esquema analítico, el centro-izquierda ampliado obtuvo la mayoría relativa, con casi un cuarenta por ciento de los votos.

En una República Parlamentaria -como en la Reforma Contitucional que promueve el Instituto de Políticas Públicas-, un gobierno de centro-izquierda diría que ha ganado las elecciones y que convoca a algunas fuerzas más a acompañarlo (inclusive con algunos cargos en el Gabinete de Ministros), para constituir una sólida mayoría parlamentaria para los próximos dos años.

Menos dramático, más eficiente y mucho más realista, en términos de respeto a las voluntades populares.

Y no este mamarracho de presencia mediática triunfalista de quienes han salido terceros, con menos del veinte por ciento de los votos.

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