Editor: Mario Rabey

1 de agosto de 2008

Sospechosa muerte de un científico por los "ataques" con antrax en USA (USofNA) en 2001


Steven Hatfill indemnizado y Bruce Ivins "suicidado"

1º de agosto, 11.30 (hora de Buenos Aires)

A fines del 2001 se desencadenó un ataque histérico de pánico colectivo en USofNA y en todo el hemisferio occidental, a causa del hallazgo de cartas en Washington y Florida, conteniendo esporas de una bacteria que produce una enfermedad fulminante llamada ántrax, constituyendo así un poderosísimo veneno biológico. El capitalismo del desastre, en medio de la conmoción generalizada que habían generado los ataques suicidas contra las Torres Gemelas y el Pentágono un par de meses antes, logró construir en el imaginario social la idea que los ataques provenían del Islam y, particularmente, de los supuestos laboratorios de armas biológicas prohibidas de destrucción masiva desarrollados por el gobierno de Iraq. Menos de un año y medio después, el Gobierno de USofNA, junto con sus tres aliados europeos, lanzó la campaña de ocupación y destrucción de Iraq, luego de una abrumadora serie de mentiras sobre las actividades armamentistas del gobierno de Sadam Hussein. Ahora, varios años después, está absolutamente claro que el ántrax había sido producido por un laboratorio gubernamental de USofNA, un científico ha debido ser indemnizado por las acusaciones infundadas que se lanzaron contra él y otro se acaba de "suicidar" ... aparentemente.


Fuente: The New York Times

1º de agosto, 2008, 10.19 A.M.

WASHINGTON (AP)

Según funcionarios del gobierno, un importante investigador en biodefensa de los USofNA aparentemente se suicidó hace pocos días, cuando los fiscales se preparaban para solicitar contra él la condena y la pena de muerte por los mortíferos ataques con ántrax. El científico, Bruce E. Ivins, era un investigador militar principal del ántrax, que trabajó durante los últimos 18 años en los laboratorios de biodefensa del gobierno en Fort Detrick, Maryland.


Los funcionarios del gobierno, que hablaron bajo la condición de anonimato debido a la sensitividad de la investigación judicial en curso, dijeron que los fiscales estaban cerrándo esta investigación sobre Ivins, de 62 años de edad. Estaban planificando una acusación que habría buscado la pena de muerte por los ataques, que mataron a cinco personas, castigaron al sistema postal y traumatizaron a una nación todavía conmocionada por los ataques del 11 de septiembre.


Los funcionarios dijeron que las autoridades estaban investigando si Ivins envió el ántrax como una manera de probar su vacuna.

Ivins murió el martes en el Frederick Memorial Hospital de Maryland. Los Angeles Times, el medio que primero informó sobre la investigación, dijo que el científico había tomado una dosis masiva de Tylenol -una marca de paracetamol-, mezclada con codeína. Una mujer que contestó el teléfono en la casa de Bruce Ivins en Frederick se negó a hacer comentarios.


Tom Ivins, hermano del científico, dijo a The Associated Press que su otro hermano, Charles, le había contado que Bruce se había suicidado y que habría usado Tylenol. Tom Ivins dijo que los funcionarios del gobierno nacional que estaban trabajando sobre el caso del ántrax lo habían interrogado sobre su hermano hace un año y medio. “Dijeron que lo estaban investigando”, comentó desde Ohio, donde vive, en una entrevista para la CNN.


El laboratorio Fort Detrick y sus científicos especializados han estado durante estos años en el centro de la investigación del FBI sobre las cartas con ántrax. El nombre de un colega de Ivins, Steven Hatfill, ha estado asociado durante años a los “ataques” con ántrax, después que el Procurador General (Attorney General) John Ashcroft, lo mencionara como “persona de interés” hablando por la televisión nacional en 2002. El Gobierno de USofNA le pagó a Hatfill casi seis millones de dólares para terminar con un juicio donde él afirmaba que lo habían acusado falsamente y lo habían convertido en un chivo expiatorio del crimen.


Debbie Weiermann, vocero de la oficina del FBI en Washington que está investigando los ataques del ántrax, dijo que “todavía no haremos ninguna declaración o comentarios oficiales con respecto a esta situación”.


Cinco personas murieron y 17 se enfermaron a causa del polvo de ántrax en las cartas que fueron enviadas a las oficinas de legisladores del Capitolio, a las redes de televisión en Nueva York, y a las oficinas de un diario de Florida. Los muertos fueron dos trabajadores postales en una oficina del Correo en Washington, un trabajador del hospital de Nueva York, un editor de fotografía en Florida y una anciana de Connecticut.

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