Colombia: miles marcharon
Hernando Salazar Bogotá
BBC - Londres
Cientos de miles de personas marcharon este jueves por las principales ciudades colombianas y en otras del mundo, en solidaridad con las víctimas del conflicto armado que se vive en este país andino.
Se trató de una movilización convocada por el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, después de que el 4 de febrero pasado hubo otra marcha en contra de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Iván Cepeda, representante del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, declaró que la emblemática Plaza de Bolívar de Bogotá "se llenó cuatro veces", a medida que iban llegando personas desde 12 puntos de la ciudad.
Las demostraciones se realizaron en 20 capitales colombianas y en 60 ciudades alrededor del mundo.
A diferencia de la realizada en febrero, donde marcharon millones de personas, la de este jueves no contó con el respaldo del gobierno del presidente Álvaro Uribe, pero en Bogotá logró congregar a muchos sectores sociales y políticos.
Eso significó que marchara un grupo muy heterogéneo, donde hubo desde militantes de partidos de izquierda, sindicalistas, estudiantes, desplazados y familiares de víctimas hasta el Procurador General de la Nación e, incluso, congresistas que apoyan al presidente Uribe.
Durante la movilización se escucharon consignas como "Por nuestros muertos, ni un minuto de silencio, toda una vida de combate", "Uribe, paraco, el pueblo está berraco", "Uribe, Marulanda, el pueblo es el que manda" y "Acuerdo Humanitario ya".
Contra todas las formas de violencia
Una de las marchantes en Bogotá fue Fabiola Lalinde, quien viajó desde Medellín. Ella es la madre de Luis Fernando Lalinde, un militante de izquierda que fue desaparecido y ejecutado por fuerzas del ejército hace 23 años, durante el gobierno de Belisario Betancur.
La mujer, de 71 años, le dijo a BBC Mundo que "ésta no es una marcha promovida por las FARC, como han dicho nuestros enemigos. Estamos contra todas las formas de violencia, pero sí resaltando los crímenes de Estado, porque esos nunca los han querido reconocer".
Silvia Quintero, hermana de un muchacho de 23 años que fue desaparecido cuando prestaba su servicio militar, se quejó de que la justicia haya archivado el caso, ocurrido en la década pasada. " Nos ponen a los familiares a buscar a los victimarios", lamentó.
El Procurador General, Edgardo Maya, declaró que él marchó para defender los derechos humanos y "el derecho a la vida que tienen todos los colombianos. Durante los últimos 60 años, lo que han hecho es irrespetarlos y violarlos en todas las formas".
El responsable del control disciplinario de los funcionarios del Estado declaró que le parece "gravísima la descalificación (de la marcha) que se hace desde algunos sectores de la sociedad colombiana, porque están estableciendo víctimas de víctimas".
También los uribistas
No obstante las acusaciones lanzadas por el consejero presidencial José Obdulio Gaviria en el sentido de que la marcha era convocada por las FARC, congresistas de la coalición del gobierno acudieron a la movilización.
Uno de ellos, David Luna, representante a la Cámara, declaró a BBC Mundo que la marcha "tiene un significado importantísimo" y que no hay "marchas de primera ni marchas de segunda".
"Acá estamos rechazando la violencia de los paramilitares", dijo y recordó que había que rechazar los crímenes de miembros de la izquierdista Unión Patriótica, de líderes de otros partidos y de defensores de derechos humanos.
Una seguidora del presidente Uribe, Fabiola Blanco, marchó con su cabeza metida en una jaula.
"Estoy en contra del secuestro, quiero que mi país esté en paz, queremos la libertad de todos los soldaditos, no sólo de Ingrid Betancourt, sino de esos pobres hombres que llevan 10 años encerrados en jaulas y encadenados", le dijo a BBC Mundo.
Roberto Rubiano, un escritor, explicó que él asistió a las dos marchas "porque me parece que hay que expresarse en contra de la indiferencia, básicamente"
"Toma de conciencia"
Carlos Salgado, director de la organización Planeta Paz, declaró que a él ve muy positivo que en un mes haya habido dos marchas de ese tipo.
"Esta marcha y la del 4 de febrero ayudan a tomar conciencia y posiciones sobre este fenómeno del conflicto en Colombia", declaró a BBC Mundo.
Según Salgado, las dos marchas, así hayan tenido objetivos distintos, reflejan una sensibilidad mayor de la sociedad colombiana, así tengan carácter político y me parece que eso es sano. Si la sociedad colombiana no reacciona, tomando posiciones políticas, no creo que nunca vayamos a solucionar este conflicto".
Aunque no fue una movilización de millones, como la del 4 de febrero, los organizadores le expresaron a BBC Mundo su satisfacción por la asistencia.
Hernando Salazar Bogotá
BBC - Londres
Cientos de miles de personas marcharon este jueves por las principales ciudades colombianas y en otras del mundo, en solidaridad con las víctimas del conflicto armado que se vive en este país andino.
Se trató de una movilización convocada por el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, después de que el 4 de febrero pasado hubo otra marcha en contra de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Iván Cepeda, representante del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, declaró que la emblemática Plaza de Bolívar de Bogotá "se llenó cuatro veces", a medida que iban llegando personas desde 12 puntos de la ciudad.
Las demostraciones se realizaron en 20 capitales colombianas y en 60 ciudades alrededor del mundo.
A diferencia de la realizada en febrero, donde marcharon millones de personas, la de este jueves no contó con el respaldo del gobierno del presidente Álvaro Uribe, pero en Bogotá logró congregar a muchos sectores sociales y políticos.
Eso significó que marchara un grupo muy heterogéneo, donde hubo desde militantes de partidos de izquierda, sindicalistas, estudiantes, desplazados y familiares de víctimas hasta el Procurador General de la Nación e, incluso, congresistas que apoyan al presidente Uribe.
Durante la movilización se escucharon consignas como "Por nuestros muertos, ni un minuto de silencio, toda una vida de combate", "Uribe, paraco, el pueblo está berraco", "Uribe, Marulanda, el pueblo es el que manda" y "Acuerdo Humanitario ya".
Contra todas las formas de violencia
Una de las marchantes en Bogotá fue Fabiola Lalinde, quien viajó desde Medellín. Ella es la madre de Luis Fernando Lalinde, un militante de izquierda que fue desaparecido y ejecutado por fuerzas del ejército hace 23 años, durante el gobierno de Belisario Betancur.
La mujer, de 71 años, le dijo a BBC Mundo que "ésta no es una marcha promovida por las FARC, como han dicho nuestros enemigos. Estamos contra todas las formas de violencia, pero sí resaltando los crímenes de Estado, porque esos nunca los han querido reconocer".
Silvia Quintero, hermana de un muchacho de 23 años que fue desaparecido cuando prestaba su servicio militar, se quejó de que la justicia haya archivado el caso, ocurrido en la década pasada. " Nos ponen a los familiares a buscar a los victimarios", lamentó.
El Procurador General, Edgardo Maya, declaró que él marchó para defender los derechos humanos y "el derecho a la vida que tienen todos los colombianos. Durante los últimos 60 años, lo que han hecho es irrespetarlos y violarlos en todas las formas".
El responsable del control disciplinario de los funcionarios del Estado declaró que le parece "gravísima la descalificación (de la marcha) que se hace desde algunos sectores de la sociedad colombiana, porque están estableciendo víctimas de víctimas".
También los uribistas
No obstante las acusaciones lanzadas por el consejero presidencial José Obdulio Gaviria en el sentido de que la marcha era convocada por las FARC, congresistas de la coalición del gobierno acudieron a la movilización.
Uno de ellos, David Luna, representante a la Cámara, declaró a BBC Mundo que la marcha "tiene un significado importantísimo" y que no hay "marchas de primera ni marchas de segunda".
"Acá estamos rechazando la violencia de los paramilitares", dijo y recordó que había que rechazar los crímenes de miembros de la izquierdista Unión Patriótica, de líderes de otros partidos y de defensores de derechos humanos.
Una seguidora del presidente Uribe, Fabiola Blanco, marchó con su cabeza metida en una jaula.
"Estoy en contra del secuestro, quiero que mi país esté en paz, queremos la libertad de todos los soldaditos, no sólo de Ingrid Betancourt, sino de esos pobres hombres que llevan 10 años encerrados en jaulas y encadenados", le dijo a BBC Mundo.
Roberto Rubiano, un escritor, explicó que él asistió a las dos marchas "porque me parece que hay que expresarse en contra de la indiferencia, básicamente"
"Toma de conciencia"
Carlos Salgado, director de la organización Planeta Paz, declaró que a él ve muy positivo que en un mes haya habido dos marchas de ese tipo.
"Esta marcha y la del 4 de febrero ayudan a tomar conciencia y posiciones sobre este fenómeno del conflicto en Colombia", declaró a BBC Mundo.
Según Salgado, las dos marchas, así hayan tenido objetivos distintos, reflejan una sensibilidad mayor de la sociedad colombiana, así tengan carácter político y me parece que eso es sano. Si la sociedad colombiana no reacciona, tomando posiciones políticas, no creo que nunca vayamos a solucionar este conflicto".
Aunque no fue una movilización de millones, como la del 4 de febrero, los organizadores le expresaron a BBC Mundo su satisfacción por la asistencia.
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