Editor: Mario Rabey

9 de junio de 2012

Feminismo y postcolonialismo: estrategias de subversión


por Isabel Carrera Suárez

El feminismo ha sido una de las teorías recientes de mayor poder de transformación en todos los campos del saber, y muy especialmente en las Humanidades. La perspectiva de género ha afectado profundamente la teorización del psicoanálisis, la historia, la filosofía, el lenguaje y las artes, paralelamente a la (lenta y difícil) revolución social que el feminismo ha supuesto en las sociedades en que se desarrolla. Este proceso no se produce, naturalmente, en el vacío, sino que guarda relación con otras teorías y movimientos sociales de la segunda mitad del siglo veinte, que con frecuencia se engloban en el término demasiado indefinido de “postmodernismo”. En el campo de la crítica cultural y literaria, la teoría post-colonial, que analiza el presente mundo post- y neo-colonial, supone un camino paralelo, cuyas convergencias y divergencias con la teoría feminista son de sumo interés ya que ambas teorías se refuerzan a la vez que sirven de crítica entre sí.

Lo que hoy se conoce como “teoría postcolonial” se consolidó formalmente como área de investigación y teorización dentro del mundo anglófono, principalmente en la zona geográfica que constituyó el último gran imperio occidental, el imperio británico. El estudio de las literaturas y culturas de la Commonwealth fue estructurando un campo teórico que comenzó de modo disperso, tanto en la geografía internacional como en los conceptos teóricos básicos. Si bien podría decirse que el estudio del (post)colonialismo es tan antiguo como el hecho mismo que lo provoca, y se ha teorizado por lo tanto desde hace varios siglos y en ámbitos culturales y nacionales diferentes, el vertiginoso desarrollo de la teoría cultural y literaria de la segunda mitad de este siglo incluye la teoría postcolonial a partir de los años sesenta, década en que se produce el desmembramiento final del imperio británico, con la independencia de las colonias caribeñas y africanas. A partir de este momento, y teniendo en cuenta precursores importantes como Frantz Fanon y los autores de la negritude parisinos de principios de siglo, la teoría postcolonial se irá desarrollando, nutriéndose de teorías de base e incorporando principios tales como el de hegemonía (Gramsci), la dialogía (Bajtín) y, más tarde, los principios teóricos postestructuralistas, la deconstrucción, y la perspectiva histórico-filosófica de Foucault. En un irónico trasvase geográfico, la teoría postcolonial dará el salto al reconocimiento público a través de tres autores procedentes del llamado Tercer Mundo que publican desde los Estados Unidos: el palestino Edward Said y los indios Gayatri Spivak y Homi Bhabha. El poder de los medios de comunicación y las editoriales de este país neocolonial dio el impulso final a lo que lleva camino de convertirse en un negocio floreciente en la publicación, confirmando así irónicamente las fuerzas hegemónicas que los propios autores denuncian.

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