Editor: Mario Rabey

7 de enero de 2011

Un entierro en la Semana Trágica

por          Oscar Taffetani
además:  Entierro de un agitador, por Bertold Brecht

Lo contaban los viejos anarquistas y yo pensé que exageraban, hasta que vi esta foto en el archivo del diario La Nación. En la Semana Trágica no había carros ni caballos ni coches de alquiler para llevar a los muertos obreros hasta el cementerio, así que a veces los llevaban en hombros (como hizo Badaracco con un el cuerpo de un canillita que rescató de una comisaría) o también en carretillas de albañil. Muchos de esos muertos ni lápida tuvieron (para evitar que el Estado represor siguiera tomando represalias).

Unos años después, en Alemania (los alemanes, siempre a la vanguardia) el Estado fabricaba ataúdes de zinc para enterrar a los indigentes y a los disidentes. Cientos de caídos en el levantamiento espartaquista del 19 fueron enterrados como NN y en ataúd de chapa. Brecht que estuvo allí, siendo adolescente, después escribió el poema "Entierro de un agitador", que todavía conmueve.

Aquí, en este ataúd de zinc
yace un hombre muerto,
o sus piernas y su cabeza,
o aún menos de él,
o nada pues se trataba
...de un agitador.

Ha sido señalado como el origen del mal.
Entiérrenlo. Lo mejor es que
solo su mujer lo acompañe al basurero,
pues aquél que lo siga
será también señalado.

Eso que está en el ataúd
los ha instigado a ustedes a muchas cosas:
a comer hasta saciarse,
y a tener un techo
y a alimentar a sus hijos
y a reclamar hasta el último centavo
y a ser solidario con todos
los oprimidos como ustedes y
pensar.

Eso que esá ahí en el ataúd ha dicho
que se necesita otro sistema de producción
y que ustedes, la masa de millones de obreros,
tienen que tomar el poder.
Y que antes no mejorará la situación.

Y como el del ataúd dijo eso,
fue a parar al ataúd y será enterrado
como un agitador que los ha instigado a ustedes.
Y quien hable aquí de comer hasta saciarse
y aquel de ustedes que quiera tener techo
y aquel de ustedes que reclame hasta el último centavo
y aquel de ustedes que quiera alimentar a sus hijos
y quien piense y se declare solidario
con todos los oprimidos,
ése debe ir a parar al ataúd desde ahora hasta la eternidad
como ese que esta ahí.
Y como un agitador debe ser enterrado.

Bertold Brecht

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