Editor: Mario Rabey

20 de marzo de 2010

200 años por la Patria Grande: de Bolívar a Chávez y los Kirchner


por Mario Rabey

Este texto fue publicado originariamente en un foro de El Ortiba. Para leer el interesante intercambio que se desencadenó, cliquear aquí.

A principios del siglo XIX, Simón Bolívar -en Venezuela-, Juana Azurduy -en el Alto Perú-, Juan Martín de Güemes -en Salta del Tucumán- Bernardo O'Higgins -en Chile-, Bernardo de Monteagudo y Mariano Moreno -en Chuquisaca y Buenos Aires-, José de San Martín -desde las Provincias Unidas del Río de la Plata-, José Gervasio de Artigas -en la Banda Oriental-, fueron algunos de los muchos que concibieron, actuaron y realizaron el sueño de construir una nación independiente en el sur del continente americano.

Entre ellos, Bolívar visionó la unidad de las ex colonias españolas , como lo habían logrado unos cuarenta años antes las ex colonias inglesas en el norte del continente, que conformaron los Estados Unidos de Norteamérica).

Esa visión -la de la unidad de Sudamérica-, pese al esfuerzo de Bolívar y otros, no se concretó.

Casi 150 años después, en 1952-1953, Juan Domingo Perón impulsó la unidad política entre Argentina, Bolivia y Chile (Proyecto ABC), en tiempos en que esos países eran gobernados por Perón, Getulio Vargas y Carlos Ibáñez del Campo, respectivamente. Perón mismo relata los hechos y sus ideas al respecto en una conferencia de 1953 (http://www.pjbonaerense.org.ar/peronismo/tercera_posicion/proyecto_abc.htm).

Como todos sabemos, en 1955, luego de un atroz bombardeo realizado en junio en la zona de Plaza de Mayo, donde cientos de civiles desarmados fueron asesinados en una intentona de golpe militar, dos meses después se produce un nuevo golpe militar que consiguió derrocar al entonces Presidente -constitucional y electo por el pueblo- Juan Domingo Perón. Fue llamada por sus partidarios "Revolución Libertadora" y también fue llamada "Revolución Fusiladora", a
causa de la feroz represión -27 personas fueron fusiladas- que sufrieron los integrantes de un movimiento cívico-militar que trató de reinstalar en el gobierno al ex presidente derrocado por el golpe militar del año anterior. Este último episodio fue el tema de la notable novela "Operación Masacre" de Rodolfo Walsh. Yo prefiero llamarla (a la Libertadora/Fusiladora), golpe militar a secas, para restarle un poco de carga dramática y conferirle una apropiada carga semántica de ilegalidad. A Peró le gustava referirse a los golpistas llamándolos "los amotinados". Lo importante es que derrocó a un gobierno elegido en elecciones con voto universal y -en términos convencionales- democráticas e instauró un largo período de veintiocho años de alternancia entre gobiernos militares -completamente no democráticos- y gobiernos electos en elecciones con proscripción -con la excepción de los tres años de Cámpora, Perón y Perón-.

En efecto, como también todos sabemos, desde septiembre de 1955 hasta diciembre de 1983 (más de 28 años) Argentina tuvo solamente menos de 3 años (mayo de 1973-marzo de 1976) de un gobierno electo por el pueblo en elecciones democráticas y sin proscripciones.

En las elecciones -sin proscripciones- de 1983 fue electo Presidente Raúl Alfonsín, quien en 1985 firmó con José Sarney, Presidente de Brasil, un acuerdo de integración habitualmente conocido como "Declaración de Foz do Iguazú", que inicia un proceso de integración, con hitos importantes como el Pacto de Alvorada (firmado por Alfonsín, Sarney y Sanguinetti por Uruguay) y el Tratado de Asunción (1991) donde Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay deciden avanzar hacia la constitución del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), que se formalizó en 1994.

Nótese como el proceso de integración iniciado por dos países de América del Sur en 1985 -y consolidado con dos más en 1991- adoptó una secuencia muy parecida al proceso de integración europea iniciado con la firma del tratado de Roma de 1957, donde seis países de Europa occidental acordaron constituir un Mercado Común y culminó exitosamente con la puesta en marcha de esa nación supra-nacional llamada Unión Europea.

Así las cosas, los países de MERCOSUR, durante la década de 1990 y principios de la década del 2000 debieron afrontar el impulso dado por el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica a un Tratado de Libre Comercio para todo el continente, que desembocó en la propuesta del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), hecha por el presidente norteamericano a sus equivalentes del resto del continente -excepto Cuba- en un encuentro donde fueron invitados los Jefes de Estado de todo el continente -excepto Cuba- en Miami en 1994.

En Argentina y otros países, la iniciativa tuvo fuerte oposición. Por ejemplo, la oposición sindical anti-menemista en Argentina, usaba el lema ALCA-RAJO. Un plebiscito recogió casi tres millones de votos anti-ALCA.

Poco después, y luego de la catástrofe económica, social y política a la fuimos lanzados por las políticas neoliberales. catástrofe que estalló entre fines del siglo XX y principios del siglo XXI, quienes impulsamos la candidatura a Presidente de Néstor Kirchner en 2002-2003, constituimos unos equipos -llamados "equipos técnicos"- que nos dedicamos a preparar el plan de gobierno a aplicar -en caso de triunfar en las elecciones que se venían-. A mí me tocó organizar y coordinar una Comisión de Política Internacional, donde conseguimos incorporar a un grupo de integrantes del servicio exterior de la Argentina (desde Embajadores hasta Segundos Secretarios de Embajada), así como otros ciudadanos con experiencia en el tema. Entre otros, destaco la presencia de Victorio Tacetti -actual Vicecanciller-, Juan Pablo Lohlé -actual Embajador en Brasil-, Alberto de Núñez -actual Embajador argentino en Marruecos-, entre otros.

Esa comisión produjo un documento, que se incorporó en el Plan de Gobierno como el capítulo "Argentina en el Mundo". Estableció, entre otras cosas, la prioridad de Mercosur y las acciones de integración en Sudamérica, y la decisión de encarar las negociaciones del ALCA solamente desde MERCOSUR. También avanzó en la necesidad de establecer instituciones económicas y políticas para la integración en el sur del continente.

Lo que sigue es historia ampliamente conocida. MERCOSUR fue re-impulsado activamente
En Mar del Plata, en 2005, una nueva cumbre de Jefes de Gobierno de los países de las Américas -sin Cuba- no avanzó en la propuesta del ALCA. Desde el 2005, han iniciado el proceso de su incorporación a MERCOSUR, Venezuela primero y luego Bolivia.

El actual presidente de Venezuela, Hugo Chávez, es otro importante impulsor de la unidad de las naciones de Sudamérica. Dios quiera que su voluntad -que coincide con la de muchísimos otros, entre los cuales me cuento-, se vea coronada con el éxito, superando el fracaso de la iniciativa federacionista promovida por el notable Simón Bolívar hace ya casi docientos años.

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