Editor: Mario Rabey

6 de julio de 2008

La ratificación de la 125 en la Cámara de Diputados

EL KIRCHNERISMO SE ESTÁ IMPONIENDO

EN LA GRAN PULSEADA POLÍTICA

Por Daniel Chango Illanes

Está consiguiendo una nueva composición de su estructura política y una nueva homogeneidad, frente a la dispersión de la oposición. Los 128 votos del kirchnerismo son un bloque compacto, en tanto que los 122 de la oposición son una suma circunstancial. Lozano no tiene nada que ver con Aguado, por ejemplo. No habrá un frente político entre Raimundi y Pinedo.

El kirchnerismo de la votación de ayer tiene un perfil de centroizquierda más notorio y claro que antes, y muchas nuevas figuras pertenecen a los movimientos sociales que reemplazan a antiguas figuras peronistas.

El partido del campo hasta acá no aparece realmente en escena, aunque sería importante que se estructurara. Binner no tiene estructura nacional. Macri se desgasta día a día. A Carrió no le alcanza ni le va a alcanzar.

Lo más serio es que la clase media no sabe lo que quiere. Casi todo lo que propone son rencores y resentimientos: le repugnan las jubilaciones que dió el gobierno nacional a trabajadores que no tenían aportes. Le molesta la ayuda social a los más pobres. No entiende ni quiere entender el momento de transformación que se vive hoy en América Latina.

Lo que hay que hacer ahora es orientar al kirchnerismo y a sus aliados de centro izquierda hacia la recomposición del movimiento nacional con posiciones socializantes. Es un camino complicado pero no imposible. Para ello hay que vencer posiciones capitalconcentradas estimuladas desde el propio gobierno. Pero esas posiciones capitalconcentradas no se pueden vencer desde la confusión sojera ni apoyándose en los mass media . Es una nueva etapa en la historia del movimiento nacional y el kirchnerismo puede ser un camino o un vehículo, no una meta. Pero no se puede pensar la meta sin camino y sin vehículo.

El gorilismo exaltado y desesperado, que surgió estimulado por la crisis del “campo” pero que no es exactamente el “campo”, trató de hacer una furibunda embestida y se estrelló con una firmeza institucional que lo dejó sorprendido.

El Senado va a votar más o menos igual que Diputados. Si el asunto se transforma en un pleito en la Corte, cualquiera de los dos sectores en pugna deberá acatar respetuosamente lo que esta resuelva, por razones de nítido fundamento institucional.

No se puede adivinar lo que va a ocurrir en el 2009, y menos en el 2011, pero las encuestas de hoy seguramente no servirán mañana. El campo ha obtenido muchas cosas con el proyecto que tiene media sanción. Pero los que querían forzar la caída del gobierno bajo la forma de un sacudón palaciego tipo 2001, fracasaron. En la calle ganó el gobierno. La ruta no propuso un programa político para toda la sociedad, sino un griterío egoísta y agrio. Eso es lo que tienen que reconocer Morales Solá, Van der Koy y Mariano Grondona. El gobierno ganó en legitimidad. Les guste o no les guste.

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