8 de julio de 2008
Mario Rabey - Fascismos, de la Europa de 1930 al mundo de 2008
LOS FASCISMOS EN LA ARGENTINA Y EL MUNDO
Diálogo
Juan Peronista
De que estamos hablamos cuando hablamos de fascismo: ¿de Juan Manuel de Rosas? ¿de Barceló? ¿de Fresco? ¿de Uriburu? ¿de Perón? ¿del nacionalismo católico? ¿de Onganía? ¿de Isabel Perón? ¿del "Brujo" López Rega? ¿de Ottalagano?.
Mario Rabey
Algunos de los personajes que mencionás pueden haber observado el mundo fascista de su época, e incluso haberlo admirado o tomado elementos para su propia práctica. Pero el fascismo no es una formación político-programática a la cual adherirse. Si lo fueron el conservadurismo, el liberalismo y el "radicalismo" en USofNA, el socialismo, el comunismo en otros países. Tampoco son homologables a los movimientos de liberación nacional (movimientos políticos del Siglo XX contra el estatuto colonial o neocolonial), tales como la OLP, el Maoismo, el Peronismo, el Nasserismo, el Gandhismo, el Vietcong, etc.
El fascismo es una formación cultural, política y económica propia del capitalismo concentrado del siglo XX. Quizás lo más notable es su formación cultural, la construcción de subjetividades instaladas en una cosmovisión simplificada, sumisa a la autoridad y portadoras de una textualidad repetitiva y -por lo tanto- de ninguna manera creativa ni crítica.
Como formación política, se destaca el afinamiento de los mecanismos construcción electoral de poder político, combinados con mecanismos de fuerte coacción (violencia material y simbólica) para disciplinar voluntades remisas. En lo que más abajo llamo momento 1, un partido fascista alcanza el poder por medio de elecciones y alianzas parlamentarias (con la derecha política de la gran burguesía), para luego instalar un dispositivo de poder sin elecciones. En las fases siguientes (desarrolladas sobre la matriz "democrática" de USofNA y algunos países europeos, y expandidas sobre países de su periferia), la formación política es electoral hegemonista, con un rol clave jugado por loe medios masivos de comunicación y el financiamiento de las campañas electorales por grandes grupos económicos.
Como formación económica, se caracteriza por un Estado contratista de empresas privadas. En este sentido es notable la semejanza que existe entre la forma en que se relacionaba con las grandes empresas el Estado alemán durante el período Nazi, y la forma en que lo hace el Estado de USofN, aclarando que se ha producido un gran perfeccionamiento en esta relación (y la entrega masiva de funciones contratadas a la empresa privada) luego del abandono de la política de bienestar social a mediados de la década de 1970, sobre el motto de las enseñanzas de Milton Friedman.
Se pueden distinguir cuatro grandes momentos o períodos del fascismo.
1. El momento de la disputa inter-imperial europea en el período entre las dos grandes Guerras del siglo XX. Son los fascismos en un país, como modelo de construcción capitalista-imperial-nacionalista.
2. El momento de la disputa político-económica a escala mundial entre USofNA y URSS (el Maoismo y parte del peronismo la consideraron una disputa inter-imperial) inmediatamente después de la Segunda Guerra y hasta la disolución de la URSS. Un hecho clave es el establecimiento de un estado-nación tapón, Israel, para el Medio Oriente. Otro hecho clave es la revolución fascistoide contra Perón y el establecimiento de gobiernos totalitarios en Argentina (incluidos los surgidos de elecciones) luego de la derrota de la democracia popular peronista, con la excepción del período 73-76.
3. El momento del unilateralismo de USofNA hasta la consolidación de China y la reciente emergencia del proyecto Sudamérica. Hechos claves: la conversión de Israel de estado-tapón en estado-gendarme y la primera guerra contra Iraq.
4. El momento del emergente multilateralismo del siglo XXI, que se consolida en Sudamérica con la reposición de Chávez en el Gobierno luego del intento de destitución -abortado por la reacción popular- que sufrió en el 2001. Hecho clave: la segunda guerra y ocupación imperial de Iraq, y la formidable represión política, cultural y policial desatada por el Gobierno de USofNA dentro y fuera de su territorio.
Juan Peronista
Pero los primeros que hablaron sobre el fascismo en Argentina fueron los gorilas antiperonistas, heredando un léxico que ya venían esbozando los radicales antipersonalistas, los liberales y los socialistas (hablo de los oligarcas, de los socialistas democráticos hijos de Alfredo Palacios y por supuesto de los liberales conservadores).
Mario Rabey
Esos sanateaban. El que no sanateó fue el Departamento de Estado de USofNA cuando creó el estigma propagandístico del peronismo como nazifascismo, para intentar -y con bastante éxito- enajenar del Peronismo a las clases medias no obreras -y también a un cierto porcentaje de obreros-.
Juan Peronista
Durante el cenit del peronismo se empezó a hablar muy fuerte sobre el nazifascismo. Con tanta virulencia que el mismo Jauretche lo incluyó en su genial nómina de zonceras.
Mario Rabey
Así es, Juan.
Juan Peronista
Después, claro, a fines de la década del 60 y a principios de los setenta lo empezaron a usar los peronistas ortodoxos de la derecha y el ámbito sindical.
Mario Rabey
Yo ya estaba crecidito en esas dos décadas y pasé parte de ellas participando en el peronismo. No estaba ni en las "orgas" relacionadas con la Tendencia directamente (Montoneros -aunque tuve un paso fugaz por algo de su prehistoria-, y FAR) o tangencialmente (FAP), ni en la zona ortodoxa convencional (sindicalismo). Jamás se me ocurrió llamar "fascista" al sindicalismo. En cuanto a la "derecha", si estás hablando de Osinde, Brito Lima o Kennedy, la verdad es que eran tipos medio marginales -excepto por la manija que les dio López Rega- y nadie seriamente los podría llamar "fascistas". Te insisto: no formaban parte de un modelo o proyecto fascista real.
Juan Peronista
Era la época de los "fachos" y los "zurdos"
Mario Rabey
El hecho es que una parte de los "montos" (no los más lúcidos por cierto) se refería a una parte del resto del mundo peronista como los "fachos". Y viceversa. Pero lo notable es que ni los montos se auto-reconocían como "zurdos" ni los "peronistas ortodoxos" se reconocían a sí mismos como "fachos".
Juan Peronista
Confundir al fascismo con el imperialismo yanqui, el estado "cruzado" de Israel, la fusiladora del 55, el sometimiento francés a los argelinos, el grupo Clarín y los ruralistas que se pelean con el gobierno; es lo mismo que decir que la gorda Carrió, De Narváez y Macri son los protofascistas de la nueva derecha.
Mario Rabey
Es que no hay fascistas. Hay fascismos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario