Esclavos en Tucumán y Buenos Aires
Cronista por Naturaleza
(Inés Ambrogio)
Hallan un cementerio de esclavos en el monte Santiagueño.
La noticia aclara que dicho descubrimiento se encuentra más bien escondido, a 155 kms de la capital de la provincia, cerca de San Félix (lugar donde habitan hoy 200 descendientes de esclavos negros).
El lugar donde duermen el sueño eterno estas atribuladas almas se llama "Cruz Loma", y su ocupación sin descanso mientras vivían, era la de servir a sus amos feudales.
No existen papeles, ni lápidas que puedan testimoniar la exacta antigüedad de semejante hallazgo, pero se la calcula centenario.
Según la misma nota, esta gran familia negra comenzó a procrearse a partir de la liberación de la pareja esclava configurada por Julián Guerra y Felipa Iramain.
Nó hay más datos a la vista, fechas o detalles como para profundizar en el tema.
Quizás sus propios descendientes hayan aportado oralmente la información circunstancial, pero las noticias nos llevan a otro diario provincial.
Esta vez el diario Panorama de Santiago del Estero nos muestra ya en un video donde puede disfrutarse "online" la palabra del Sr. Pascual Loyola hablando en primera persona y contando que él mismo fué criado en el monte.
Se identifica como historiador, y afirma ser descendiente directo el matrimonio entre Felipa Guerra y Félix Alderete.
En esta cadena de nombres, Don Felipe cuenta que su familia contenía miembros negros con los "cuerpos marcados", y que su mamá era rubia, mientras que su padre negro.
Por eso, él y sus allegados se autodenominan "overos".
La historia es relatada desde la tranquilidad de su rancho que los protege del sol ardiente que brilla en la zona.
Pero la población negra esclavizada llegó a sumar más del 50% en algunas provincias Argentinas durante los siglos XVIII y XIX. La mayoría de los morochos provenía de las zonas del Congo, Angola, y Guinea. Sus familias hablaban la lengua bantú, y de los 60 millones que fueron enviados en las condiciones que todos imaginamos sólo llegaron con vida 12 millones. El rédito de lo trabajado, demás está decirlo, iba a parar al bolsillo de sus amos.
En los barrios porteños de Montserrat y San Telmo, habitaron los que no fueron a parar al interior del país. Y en Santiago del Estero, justamente el número de habitantes esclavos llegó a ser del 54%. Trato de imaginarme caminando por las calles de mi presente , mezclándome de igual a igual con morochos y morochas en igual porcentaje. Se me hace difícil, aunque me encantaría.
Una zona cercana al actual Congreso de la Nación se denominaba Barrio del Tambor, y ya podemos imaginarnos la razón de su nombre. Nuestro hermanos de color (negro) solían agruparse en "naciones", a las que denominaban Conga, Cabunda, Mozambique, etc. También tenían sus reyes y reinas, que en realidad eran elegidos democráticamente y que hasta se daban el lujo de recibir en sus naciones a altos funcionarios, como por ejemplo a Juan Manuel de Rosas. El barrio negro El Mondongo fue uno de los más grandes de Montserrat y se componía de 16 manzanas.
La crónicas escritas por navegantes de la época, como por ejemplo la del Capitán del Ejercito Británico Alexander Gillespie (una ironía del destino, que su apellido fuera similar al del gran músico jazzero negro), contaban el asombro que le producía a los europeos ver el "buen trato" a que se los sometía por estos pagos. Quizás no recibieran tantos latigazos como en Brasil, pero aquí va un poco más de información.
En 1801, los soldados negros y mulatos libres fueron adoctrinados para la guerra. Luego de las Invasiones Inglesas (1.806), se formó un Cuerpo de esclavos, a los que no se les entregó armas. La Asamblea del año XIII, que decretaba la famosa libertad de vientres, no reconocía en absoluto la libertad de los esclavos ya existentes. En síntesis, seguían apareciendo avisos en los diarios del momento para la compra y venta de los infortunados.
Hasta el año 1853 (no tan lejos en el tiempo, si lo meditamos), en que se abolió la esclavitud formalmente , la llamada Ley de Rescate obligaba a los propietarios de amigos negros a cederlos en un 40% para que prestaran servicio en el Ejército, y si luego de 5 años sobrevivían... serían libres. Parece que la Libertad , había que ganársela sí o sí. Más adelante en el tiempo llegarían la Guerra del Paraguay y la Fiebre Amarilla, causantes de muchas bajas en las denominadas "naciones" negras.
Después de abolida la esclavitud, solo 2 de los 14 colegios existentes en Buenos Aires admitían niños negros. En 1879 (cada vez más cerca de nuestro presente ) solo 2 niños de origen afro podían ser aceptados por año en la Provincia de Córdoba en algún colegio. Qué miedo...
Los Afroargentinos comenzaron a publicar sus ideas por fín , y en un diario de negra edición llamado " El Unionista" en el año 1.877 declararon lo siguiente:
La Constitución es letra muerta, y abundan los condes y marqueses,
los cuales siguiendo el antiguo y odioso régimen colonial
pretender tratar a sus subordinados como esclavos
sin comprender que entre los hombres que humillan hay
bajo su tosco ropaje
una inteligencia superior a la del que ultraja.
Qué miedo, sí.
Qué miedo me dan los hombres blancos.
2 comentarios:
Muchos años después, recordé una frase de mis primeros libros de Historia, que mencionaba a los "Heroicos Batallones de Pardos y Morenos". Cuando entendí lo que había detrás del nombre y supe cómo se hacían las guerras entonces (Paraguay) y ahora (Vietnam, Irak) y quienes iban delante como carne de cañón,se me aclararon algunas ideas.
si....que miedo me dan los hombres!!!!...la raza humana...
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