De un discurso de Evo Morales en la ONU
Nueva York, 21 de abril de 2008
El presidente Evo Morales Ayma planteó, ante el VII Foro Indígena de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), diez puntos centrales para un programa de acción política a esca planetaria, para evitar la destrucción de la humanidad y la vida en el planeta Tierra.
Morales Ayma afirmó que únicamente quedan dos caminos para la humanidad, la vida y al planeta tierra, o se opta por la recuperación de la forma de vivencia, la armonía con la Madre Tierra y la vida, o seguir el camino del capitalismo y la muerte.
"Los pueblos indígenas no nos vamos a callar hasta lograr un verdadero cambio", aseguró el Presidente boliviano, quien dijo que la propuesta surge porque el movimiento indígena-campesino del hemisferio tiene ética para hablar del medioambiente, porque se constituye en la reserva moral de la humanidad.
En ese marco, Morales señaló que si se quiere salvar al planeta Tierra, la vida y la humanidad, la primera obligación es acabar con el sistema capitalista, principal responsable de atentar contra el ambiente.
"Los grandes efectos de los cambios climáticos no son producto de los seres humanos en general, sino del sistema capitalista vigente, inhumano, con desarrollo industrial ilimitado, por eso siento que es importante acabar con la explotación a los seres humanos y acabar con el saqueo de los recursos naturales", manifestó el Jefe de Estado.
En ese marco, Morales planteó como primer mandamiento, si se quiere salvar al planeta Tierra, la vida y la humanidad estamos en la obligación de acabar con el sistema capitalista, si no se lo hace será imposible pensar que habrá igualdad y justicia en este planeta Tierra.
"Si se quiere salvar el planeta, hay que terminar y erradicar al modelo capitalista y lograr que el norte pague la deuda ecológica en vez de que los países del sur y de todo el mundo paguen la deuda externa".
Segundo: Renunciar a la guerra, porque en las guerras no ganan los pueblos, sólo ganan los imperios, en las guerras no ganan las naciones sino las transnacionales. Las guerras benefician a pequeñas familias y no a los pueblos.
Tercero: Un mundo sin imperialismo ni colonialismo. Son importantes las relaciones bilaterales y multilaterales porque somos de la cultura del diálogo y de la convivencia social, pero esas
relaciones no deben ser de sometimiento de un país a otro.
Cuarto: El agua como un derecho humano y de todos los seres vivientes de este planeta. Alguien decía que sin luz puede vivir, pero no sin agua, por tanto el agua es la vida, por lo que no es
posible que haya políticas que permitan privatizar solo el agua.
En ese marco el Presidente de la República de Bolivia propuso una convención internacional del agua para proteger las fuentes de ese recurso hídrico para que se garantice como un derecho humano y así evitar su privatización.
Quinto: Desarrollo de energías limpias y amigables con la naturaleza, acabar con el derroche de energía. En 100 años estamos acabando con la energía fósil que ha sido creada en millones de años.
"Evitar que se promuevan los biocombustibles, no se puede entender que algunos presidentes y modelos de desarrollo económico puedan reservar tierras para hacer funcionar automóviles de lujo y no para alimentos del ser humano".
Sexto: Respeto a la madre Tierra. Ningún experto o especialista puede debatir con los dirigentes indígenas sobre el respeto a la madre Tierra, se debe ver cómo influir desde el movimiento indígena a otros sectores sociales, urbanos y rurales para que entiendan que la Tierra es nuestra madre.
Séptimo: Los servicios básicos, como el agua, luz, educación, salud, comunicación y transportes deben ser tomados en cuenta como un derecho humano, no puede ser de negocio privado, sino de servicio público.
Octavo: Consumir lo necesario, priorizar lo que producimos y consumir lo local, acabar con el consumismo, el derroche y el lujo. No es entendible que algunas familias solo busquen el lujo, a cambio de que millones y millones no tengan posibilidades a vivir bien.
Noveno: Promover la diversidad de culturas y economías. Somos tan diversos, aunque el movimiento indígena que siempre ha sido excluido está apostando a la unidad en la diversidad. Un Estado plurinacional, donde todos están al interior de ese Estado, blancos, morenos, negros, rubios.
Décimo: No es ninguna novedad el vivir bien, solo se trata de recuperar la vivencia de nuestros antepasados, vivir bien, que no es vivir mejor a costa del otro. Debemos construir un socialismo
comunitario y en armonía con la madre Tierra.
7 de enero de 2009
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